Con la nueva ola de contagios por COVID-19 regresan las medidas de confinamiento. Las escuelas han cerrado sus puertas y el trabajo a distancia vuelve a ser preponderante. A dos años de inicio de la pandemia, constatamos que las medidas de confinamiento acentúan las diferencias de género. Con los datos de la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México 2020 del Inegi, se evidencia que la desigualdad, en cuanto al trabajo no remunerado relacionado con labores domésticas y de cuidados de niños y ancianos, aumentó.
En 2020, se vio el mayor incremento en el trabajo no remunerado relativo a labores domésticas y de cuidados. El valor económico de estas actividades realizadas por la población de 12 y más años reportó un monto de 6.4 billones de pesos, equivalente a 28% del PIB del país. Como era de esperarse, las actividades que presentaron un mayor crecimiento en horas dedicadas al trabajo no remunerado durante 2020 fueron las relativas a los cuidados de salud dentro del hogar, que incrementaron 9.4%, seguido de la limpieza y mantenimiento de la vivienda, con un aumento de 7.5%; las actividades de apoyo a otros hogares 7.3%, y las tareas de alimentación, 4.8%.
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Las mujeres contribuyeron con 73% del total del trabajo no remunerado, mientras que los hombres lo hicieron con 27%. Es decir, las mujeres aportaron 2.7 veces más valor económico que los hombres con sus actividades de labores domésticas y de cuidados en el hogar. Cada una realizó trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados equivalentes a 69 mil 128 pesos anuales.
Es bien sabido que las mujeres destinan un mayor tiempo a dichas labores. Lo interesante es que al comparar los datos de 2019 y 2020 respecto al PIB, los hombres incrementaron su trabajo no remunerado en 1.4 puntos porcentuales, mientras que ellas aumentaron en 3.4 puntos porcentuales. Por lo tanto, a pesar de que ambos aumentaron su trabajo no remunerado al estar confinados en el hogar, las mujeres subieron en mayor proporción sus tareas domésticas.
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Esta información permite dimensionar el aporte que los hogares, y, en especial las mujeres, hacen a la economía nacional y nos muestra que la desigualdad de género en cuanto al trabajo no remunerado se hizo más evidente en 2020. Mi solidaridad para todas esas mujeres que están en casa cuidando enfermos, niños, y a la vez cumpliendo con su trabajo.
POR PALOMA MERODIO
VICEPRESIDENTA DEL INEGI
@PALOMAMERODIO
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