COLUMNA INVITADA

La OMC, retando al futuro

A través de Anabel González, directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio, el organismo habla sobre los 5 ejes principales que los países miembros deben atender este año si es que quieren continuar por el camino de la recuperación económica postpandémica

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México

El comercio exterior en el mundo tiene una agenda complicada para este 2022. A través de Anabel González, directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio, el organismo habla sobre los 5 ejes principales que los países miembros deben atender este año si es que quieren continuar por el camino de la recuperación económica postpandémica.

Como hemos visto en esta colaboración, uno de los principales puntos que ocupa la agenda hoy en día de la OMC es el tema de las vacunas a fin de que todos los países tengan acceso a ellas. Este 2022, aseguran debe ser el año en el que los miembros de la OMC den una respuesta comercial y sanitaria a la pandemia, incluso en cuestiones de propiedad intelectual.

“Coincidimos en la urgencia de acelerar la vacunación en los países de bajos ingresos, donde menos del 5  de la población está completamente vacunada, así como en los países de ingresos bajos y medianos, donde alrededor del 30 por ciento de la población está completamente vacunada. Acordamos trabajar con los países para apoyar y fortalecer sus objetivos nacionales de vacunación en consonancia con el objetivo mundial de vacunar al 70 por ciento de la población en todos los países para mediados de 2022. La aparición de la variante Ómicron subraya la necesidad vital de un acceso justo y amplio a las vacunas, así como a las pruebas, la secuenciación y los tratamientos para poner fin a la pandemia”, concluyó la OMC en la Séptima Reunión del Grupo de Trabajo de Líderes Multilaterales.

Este es el primer punto de la agenda, plantarle cara a la pandemia. Es necesario según Anabel González, “un marco sólido que facilite el comercio de vacunas y equipos médicos críticos y los insumos para su producción contribuiría en gran medida a salvar vidas, respaldar una recuperación más generalizada y ayudar a prepararse para el futuro con una capacidad de fabricación aumentada y diversificada en todas las regiones”.

El segundo punto de la agenda tiene que ver con el cambio climático: fortalecer el papel de las normas comerciales en la lucha eficaz contra este fenómeno y el apoyo a los objetivos ambientales, incluso explorando el trabajo en áreas como el comercio de bienes y servicios ambientales, comercio sostenible de plásticos y subsidios a combustibles fósiles, entre otros.

Se espera que este año se lleven a cabo diversas negociaciones plurilaterales en estos temas. Urge un verdadero compromiso de los países productores más importantes del mundo y el respeto al planeta por encima de los intereses económicos. Tristemente la historia reciente nos demuestra que todo esfuerzo para detener el cambio climático ha sido un fracaso; vamos mal y tarde.

El tercer punto de su agenda global tiene que ver con el compromiso de facilitar el comercio y la inversión para el desarrollo, su objetivo es ayudar a los países a mejorar su clima empresarial y facilitar que los inversores inviertan, gestionen sus negocios y amplíen sus operaciones; lo que garantizaría una recuperación sólida y sostenible.

En este rubro vislumbran también las negociaciones plurilaterales sobre comercio electrónico para ayudar a las pequeñas y medianas empresas en todos los países a participar en las cadenas globales de valor.

El cuarto eje tiene que ver con poner freno a los crecientes niveles de apoyo gubernamental que distorsionan los mercados internacionales, junto con la transparencia limitada y las percepciones de injusticia, erosionan el respaldo público al comercio abierto y sofocan la innovación, la competencia y la productividad. Otro tema que da para varias colaboraciones y en el cual encontraremos pocos resultados. Lo cierto es que estos sucesos aumentan las fricciones comerciales y las tensiones geopolíticas.

Y el quinto punto es otro de los grandes retos de la OMC, que dio origen a la salida del anterior director general y a la llegada de Okonjo-Iweala que busca restaurar un mecanismo vinculante para resolver los conflictos entre los miembros del organismo.

Anabel González señala que “independientemente de las deficiencias del sistema de solución de diferencias de la OMC, es importante tener en cuenta que el sistema ha ayudado a resolver muchos conflictos comerciales y los gobiernos han cumplido en su mayoría con sus fallos. Todos los miembros de la OMC, incluso los más poderosos entre ellos, están mejor con el sistema que sin él. Y si se necesita un cambio, en este 2022 es el momento adecuado para participar seriamente en ese diálogo.”

La única manera de que la OMC retome su gloria y lidere la recuperación económica postpandémica es desafiándose como apuntan estos 5 ejes. Veamos hasta dónde hay voluntad.

POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
AGENTE ADUANAL Y EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@IGNAQUIZ

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