Cuando se trata del litoral del Pacífico latinoamericano, los posibles acuerdos ya están en algunas libretas de reuniones. La realidad indica que entre más pronto se llegue a compromisos, mejor será la capacidad de recuperación en el nuevo contexto global y la calidad de vida esperada para esa parte del continente.
Dos reuniones regionales son clave, pero también los encuentros políticos que tendrán lugar a partir de los cambios de gobierno, como el de Chile en marzo. Pero antes, varios espacios ofrecen la posibilidad de avanzar en acuerdos concretos y medidas adoptables en esas líneas.
Argentina asumió la semana pasada la Presidencia Pro Tempore de La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a partir de un proceso de reactivación impulsado por la Presidencia mexicana el último año.
Será durante 2022 que se concrete la nueva estrategia argentina que parte de 15 puntos. Enfatiza la situación de las regiones insulares como una prioridad, así como el de la situación financiera regional.
El próximo balance de un mecanismo de integración regional es preparado por Colombia, que entregará la presidencia de la Alianza del Pacífico a México, cuando una nueva correlación ha emergido en la gran cuenca durante el último año. En la reunión cumbre programada para finales de enero participarán los cuatro países que la forman que incluyen también a Chile y a Perú.
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En Colombia, se continuará la consideración del acceso pleno a nuevos países de la región, Ecuador el primero en la lista. La movilidad física y los apoyos para becas AP han sido fuertemente afectados por la pandemia, pero no otras acciones en el campo de la cultura o la innovación como la integración digital, en el caso de la hoja de ruta del Mercado Digital Regional (MDR).
En este contexto, la cuestión del papel de la alianza en el Pacífico se torna clave para la agenda regional, su posicionamiento frente a otras más focalizadas en otras partes de la gran cuenca. Además de Ecuador y Singapur, Nueva Zelanda, Australia y Canadá también negocian su integración como estados asociados en esta alianza.
Los litorales de varios países en el pacífico latinoamericano son muy largos. Chile, Perú, Ecuador, Colombia y México dan cuenta de ello. Para todos los países centroamericanos el fortalecimiento de AP, su desarrollo es conveniente, especialmente o para países que no tienen acceso directo a las aguas caribeñas y del Atlántico, como es el caso de El Salvador y Chile.
Interesante es para aquellos que no tienen salida al mar, como Paraguay y Bolivia, o los que están cercanos a estrechos como Magallanes, el caso de Argentina.
Del otro lado del Pacífico, el mecanismo RCEP, mayor tratado de libre comercio a nivel global se consolida una vez adoptada la decisión definitiva de su formación e integración inicial. Para América Latina y El Caribe, el acceso y litorales del Pacífico son estratégicos, así como para el resto de las Américas, aun cuando las noticias pudieran estar ocupando las primeras planas en estos días.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ
CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
@GUADALUPEGONZCH
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