Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que la coherencia es la “actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan”, pero que también significa la “conexión y relación o unión de unas cosas con otras”. Y en este inicio de año, en la primera columna de este 2022 y en medio de una pandemia que nos sigue contagiando, enfermando y matando, tenemos que aprender a ser coherentes.
Porque a diferencia de otros inicios de año, esta vez cualquier otro propósito que nos hayamos hecho para este nuevo ciclo en nuestras vidas, ya sea que queramos bajar de peso, aprender un idioma, controlar nuestro carácter, terminar nuestros estudios o ganar más dinero, todo eso queda supeditado y condicionado a la verdadera y única prioridad de estos tiempos de COVID-19: la salud.
Si queremos seguir sobreviviendo a la pandemia y no ser un número más en las frías estadísticas, primero que nada debemos procurar nuestra salud, cuidarnos y protegernos respetando las medidas sanitarias, el cubrebocas, la sana distancia, la ventilación de espacios, pero, además, debemos de empezar a ser coherentes con nuestro estilo de vida y empezar a cambiar hábitos, costumbres y obstáculos que nos impiden mejorar nuestra salud y nuestra capacidad de enfrentar este tiempo de pandemias.
Es verdad que ser corredor te ayuda a defenderte mejor del COVID-19, pero no evita que te contagies y te enfermes. Si no todos, sí la gran mayoría hemos visto afectados nuestros entrenamientos a causa de la pandemia y del COVID-19. Muchos han reducido su kilometraje, subieron de peso y si fueron a quienes el COVID-19 les pegó duro, seguramente el corazón o los pulmones pudieran estar afectados.
Ser coherente y cuidadoso será entonces la clave para regresar a entrenar este 2022, acudir al médico, sobre todo, si sufriste de COVID-19, y checar el ritmo cardiaco en reposo, serían los dos aspectos generales, pero importantes para ver en qué condiciones nos encontramos.
En este momento tenemos que estar más conscientes que nunca, que el ser corredores nos convierte de alguna manera en embajadores de la salud, y que somos los primeros quienes debemos actuar con coherencia y con cautela, porque dentro de las múltiples motivaciones que tenemos para correr, la más importante ahora es el bienestar físico, y en estos tiempos de pandemia, también el de los demás.
Les deseo de corazón que este año les traiga muchas cosas buenas, muchos kilómetros recorridos, muchas metas cruzadas, pero, sobre todo, mucha fuerza para enfrentar las dificultades que sin duda nos vamos a encontrar por el camino.
POR ROSSANA AYALA
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