TIEMPO DE INFRAEESTRUCTURA

El rebote económico sin bienestar

Para entonces habrán pasado cuatro años de crecimiento promedio cero: cuatro años perdidos

OPINIÓN

·
Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

El rebote de la economía mexicana noalcanza para ser llamado“recuperación económica”. Las empresas lo sienten en el ambiente de negocios. Los trabajadores lo sienten en sus bolsillos.Las familias lo ven en su alacena. Estamos ante un rebote económico sin bienestar.

El PIB de México en 2018 era de 18.5 billones de pesos constantes, después de casi una década ininterrumpida de crecimiento.Con la incertidumbre generada por las erráticas decisiones de López Obrador, el PIB se contrajo por primera vez en 2019.Esa recesión se profundizó con un mal manejo de la pandemia.Así, el PIB cayóa 17.0 billones de pesos en 2020.

En 2021 se está dando el rebote de la economía, pero se prevé que será hasta 2022 cuando la economía alcance el valor que se tenía en 2018. Para entonces habrán pasado cuatro años de crecimiento promedio cero: cuatro años perdidos.

El presidente asegura que la recuperación vendrá el próximo año. Pero en2022, el PIB de México será 10 por ciento menor al que se hubiera logrado con la tendencia de crecimiento que se tenía en 2010-2018.

El rebote actual y la recuperación futura no alcanzana generar oportunidades para los 860 mil jóvenes que cada año egresan de la universidad. Sin contar que hay siete de cada diez jóvenes que no tienen acceso a este nivel educativo, pero sí la necesidad de trabajar.

El escenario al que se enfrentan los jóvenes, las familias y las empresas no es alentador, aquí algunos datos para considerar antes de validar el discurso oficial de la recuperación:

Entre 2018 y 2021 el número de mexicanos subocupados pasó de 3.5 millones a 7.5 millones. Aumentó en  4.0 millones el número de mexicanos que tienen la necesidad y la disponibilidad de trabajarmás, pero el mal manejo de la economía no ha creado esas oportunidades.

Entre 2018 y 2021 la pobreza aumentó en casi cuatro millones de personas para ubicarse en 56 millones de mexicanos. Para dimensionarlo, sería equivalente a que el doble de toda la población de Querétaro cayera en pobreza y que dos millones cayeran en pobreza extrema.

Las ventas de vehículos se contrajeron una tercera parte, al pasar de  120 mil unidades en agosto de 2018 a menos de 80 mil en agosto de 2021.

Las familias enfrentan un alza de precios generalizada de 5.6 por ciento, pero con afectaciones más fuertes en energéticos con 10.2 por ciento, agropecuarios con 8.7 por ciento y alimentos procesados con 6.5 por ciento. La afectación está en la mesa de las familias.

El menor ingreso disponible en los hogares se refleja en el consumo en general, el indicador mensual de consumo privado de bienes está cuatro por ciento debajo de 2018 y en el caso de servicios está más de cinco por ciento atrás.

La inversión fija bruta está casi 20 por ciento debajo de los niveles de 2018, lo que representa un indicador del estancamiento actual y una advertencia del comportamiento negativo en el futuro. Si no hay inversión hoy, no puede haber crecimiento mañana.

A este escenario se suma el incremento de la desigualdad, porque las políticas públicas no están beneficiando a quienes menos tienen, que también han sido los más golpeados por la pandemia y la carencia de acceso a la salud.

En su discurso propagandístico del 1 de septiembre, el presidente se ufanó de resultados que solo existen en su imaginación. En vez de “tengan para que aprendan” debió decir “vengan a ayudarme, porque estoy llevando al país al fracaso”.

POR FAUSTO BARAJAS CUMMINGS 
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA 
@FAUSTOBARAJAS

PAL