En el trayecto de la historia de la humanidad, uno de los fenómenos no sólo recurrentes, sino permanentes, implican las diversas formas de discriminación.
De observarse el desarrollo del mundo occidental se cae en la cuenta de que, si bien el orgullo regional, y diversos complejos sociales son impactantes, la realidad nos muestra que la ambición de dominio de riqueza son claves en una vertiente específica en el racismo.
Lizette Jacinto (brillante Profesora-Investigadora de la BVAP) (“Racismo, cuerpo y violencia en América Latina” coordinadora) nos introduce en las raíces de la cultura europea moderna. Destaca como grandes pensadores del mundo occidental como es Emmanuel Kant (1724-1804) justifican con diversas tesis, “la pureza de raza”, el racismo. No podríamos dejar de mencionar a Friedrich Nietzsche (1844-1900) quien planteó tesis que pretenden elevar en la idiosincrasia, la superioridad de la raza.
La tendencia y argumentos de célebres autores pretenden cierta dosis de justificación en elementos biológicos y la realidad es que se logró dominar a determinadas razas en el orbe, debido también a la superioridad tecnológica con fines de dominio. Habitantes africanos que fueron explotados por potencias occidentales impulsaron sus economías y satisficieron sus apetitos de dominio.
En caso mexicano, tres siglos de colonia española que implicó el Virreinato, se mantuvo a través de un elevado sometimiento de los oriundos.
El mestizaje variado que se generó constituye en gran medida a los nacionales de nuestra patria, pero existe aún en nuestros días discriminación de todo tipo, incluyendo la correspondiente a la raza.
Desde finales del siglo pasado y hasta nuestros días se emprende una fuerte batalla en pos de la equidad y en contra de la desigualdad ya no sólo con motivo de la raza, sino de otros elementos como es el género.
En las últimas décadas, nuestro régimen constitucional evoluciona en el reconocimiento de la composición pluricultural y en el respeto e integración de los pueblos indígenas, reconociendo la libre determinación de los propios pueblos en un ámbito de autonomía. En la actualidad de manera muy detallada se establecen principios y garantías a los pueblos indígenas (art. 2° CPEUM).
Derivado de las reformas constitucionales respectivas (art. 1°, en los años 2001, 2006, 2011 y art. 2°, en los años 2001, 2015, 2016 y 2019 CPEUM) se establece la necesidad de garantizar los derechos de los pueblos indígenas y las obligaciones del Estado con el fin de salvaguardarlos.
Habrá que adoptar, en espacios educativos y diversos ámbitos, otras medidas, que impacten en la idiosincrasia de los mexicanos, en el combate y en la erradicación de la discriminación. En todos los frentes se debe avanzar y el medio jurídico debe impactar en la cultura de libertad y de igualdad. Quien discrimina se discrimina.
POR ENRIQUE QUIROZ ACOSTA
ABOGADO Y COLABORADOR
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