CRUZ Y GRAMA

Los impresentables, alcaldes entrantes y salientes (1/3)

El oneroso ejemplo del norte es el alcalde saliente de Tijuana, Arturo González; en el otro extremo del país está el tulumense Marciano Dzul

OPINIÓN

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Hugo Corzo / Cruz y Grama / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

En el país, en las semanas previas y las venideras se están renovando los ayuntamientos y sus respectivas autoridades, y en ese crisol de posibilidades que es México, hay una serie de funcionarios impresentables, tanto entrantes como salientes, de quienes deberíamos hacer algunas reflexiones.

 De punta a punta, literalmente, hay casos encomiables. El primero, en el estado de Baja California; el segundo, en Quintana Roo.  El oneroso ejemplo del norte es el alcalde saliente de Tijuana, quien llegó por Morena, y actual diputado federal, Arturo González Cruz.

González Cruz fue precandidato de Morena al gobierno del estado, nominación que perdió ante el actual mandatario estatal, Jaime Bonilla. Se bajó de la contienda tras negociar quedarse con la alcaldía tijuanense. Y aunque prometió trabajar junto con Bonilla, no consiguió ni siquiera llevar una eficiente administración de dos años.

 En febrero pasado pidió licencia como presidente municipal, tras pelearse, públicamente, con el gobernador Bonilla, quien lo acusó incluso de homicida.

Previendo su debacle política, González Cruz se fue al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para postularse como

diputado federal, curul que ganó en la pasada elección y de la cual goza actualmente de licencia temporal… ¡para regresar a Tijuana como edil, dos días, para entregar la administración!

 En esa intención es donde se desprende el sambenito. Para instalarse como alcalde de nuevo, Arturo González Cruz fue al Palacio Municipal de Tijuana la noche del martes, para atrincherarse desde entonces y esperar ahí que el Congreso estatal aprobara su reinserción como alcalde, lo cual ocurrió después.

 Pero aún antes tomó posesión del Salón de Cabildos y, acompañado de algunos de sus todavía fieles regidores, se quedó a esperar para retomar su investidura para hoy y mañana. Lo último que dijo a los policías municipales que le pedían retirarse del recinto oficial, y después de amenazarlos con despedirlos –según reportó la prensa local–, fue que iba a pedir unos taquitos –tal vez de asada de ahí, de la (Avenida) Revo(lución), para esperar la noche. Ese es el casi exalcalde tijuanense, exmorenista y hoy diputado federal por el PVEM.

Ahora, en el extremo opuesto del país, está el quintanarroense, tulumense y morenista Marciano Dzul Caamal, quien hoy rinde protesta como alcalde de uno de los dos destinos turísticos más socorridos y rentables de México y uno de los más conocidos en el mundo actualmente.

 De éste impresentable ya detallamos sus andanzas en el pasado Cruz y Grama, pero valga decir que aún no se resuelven las investigaciones que la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República mantienen sobre él, por sus gastos de campaña, tras la presunción –y denuncia– por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita. Así que como decíamos en la entrega anterior de esta columna, sigue siendo una moneda en el aire. Y esto, es sólo un par de botones de muestra. Aún hay más.

ENCANCHADOS EN HIDALGO

 En el centro del país, dos políticos ya iniciaron un intercambio de indirectas públicas que hace pensar que ya se ven, ambos, como candidatos de sus respectivos partidos para la renovación del gobierno en Hidalgo: el senador Julio Menchaca, de Morena, y el alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix, por el Partido Revolucionario Institucional.

 En la prensa local y las redes sociales han comenzado un intercambio de indirectas que se antoja como un buen round de sombra y hace pensar en una acalorada campaña si éstos fueran los aspirantes a suceder al gobernador Omar Fayad.

POR HUGO CORZO
HUGO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@HUGO_CORZO

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