Hilo sanguíneo de corruptelas dejó el ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien flaqueó por el lado más débil, como prácticamente todos los políticos mexicanos: la arraigada costumbre de empoderar a sus hermanos o hermanas (Raulito, Pío, Martinazo, por ejemplo), y permitirles hacer y deshacer a su antojo en asuntos públicos y, sobre todo, del erario, sin tener cargo público alguno.
Leticia Corral Jurado, consejera del PAN y hermana del exmandatario, metió manos y pies en la administración que encabezaba su hermano, al grado de que llegaba a actos privados y de gobierno en una camioneta propiedad del estado, una Suburban, de esas que usan los machuchones.
El hermanazo de su vidaza también le asignó escolta de la Agencia Estatal de Investigación: “Ante evidencias de riesgo, en términos de mi familia o de colaboradores del gobierno, se estableció una protección para mi hermana, además por hechos que fuimos registrando hacia ella”, admitió el propio Javier el pasado 20 de agosto.
El poder que ostentaba Leticia en Chihuahua le ganó el mote de “Vicegobernadora”, pues su influencia no se limitaba a usar vehículo y protección oficiales, sino que incluso metió a la nómina del gobierno a sus amigas. Una de ellas es Alma Lidia Portillo Ochoa, a quien colocó como “asesora”, con salario de 40 mil pesos mensuales.
No sólo eso, hasta los 10 mil pesos mensuales que le pagaban a la trabajadora doméstica que ayudaba en las tareas de las casas de Leticia y Javier salían del erario, pues el entonces gobernador también la contrató como “asesora”.
Como operadora política, Leticia fue señalada de presionar a funcionarios públicos para respaldar al senador Gustavo Madero, quien era el delfín de Corral para sucederlo, e incluso la gobernadora Maru Campos la identifica como la persona que orquestó la guerra de lodo en su contra para evitar que el PAN la hiciera candidata.
Ahora el gobierno de Maru revisa con minucia extrema ese y otros casos de la gestión anterior, y de acuerdo con el secretario de Gobierno, César Jáuregui, serán muy cuidadosos para evitar filtraciones, y en su momento se presentarían las denuncias debidamente sustentadas.
Por eso urge al exgobernador le lancen un salvavidas desde Palacio Nacional o Morena para evitar que lo alcance la justicia.
Porque en el PAN, nadie meterá las manos por él.
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EN EL VISOR: Empezó el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, con el apretón a México en materia de seguridad. Ante el asesinato del reportero Manuel González Reyes, el martes en Cuernavaca, la representación diplomática pidió al gobierno mexicano contemplar en la investigación el trabajo que la víctima realizaba como periodista. El llamado lo difundió en redes sociales con los hashtags “Prensa Libre” y “Ni uno más”.
POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
RAYMUNDO.SANCHEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP
CAR