AYER PENSABA DISTINTO

El daño está hecho

La Fiscalía General de la República logró lo que muy probablemente buscaba: mandar un mensaje de autoridad que sirviera para callar voces incómodas.

OPINIÓN

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Fernanda Caso / Ayer pensaba distinto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“Nos sentimos perseguidos políticos por haber abierto críticas a quienes hoy están en la autoridad” —me dijo el doctor José Franco durante una entrevista hace unos días. Él es investigador en Astrofísica y se dedica a estudiar la masa interestelar. Además, ocupó el cargo honorífico de coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico del CONACYT de 2014 a 2018 y es uno de los 31 investigadores a quienes la Fiscalía General de la República pretende enviar a prisión acusados absurdamente de crimen organizado. 

Por ahora, estos investigadores pueden gozar de su libertad de movimiento. Pero no hay duda de que la vida ya cambió para ellos y para cientos de académicos en todo el país. 

Diferencias inexplicables

“Habemos tres personas que somos las que hablamos, de este grupo de 31. Eso ya te indica que el 90 por ciento de ellos están muy temerosos de hablar”— me comentó el doctor en otro punto de la conversación. 

Según revelan otras fuentes con las que he podido hablar del tema pero que me pidieron no revelar sus nombres, hay investigadores que están buscando vender sus pocas propiedades por temor a que la persecución continúe y se violen sus garantías de debido proceso. Por otro lado, ya hay un terror generalizado a formar parte de cualquier órgano académico en el que se manejen recursos (por pocos que estos sean). 

El miedo trasciende a los 31. La comunidad académica del país hoy tiene miedo de hablar, de escribir, de organizarse y de criticar.

67 Días

EL DAÑO ESTÁ HECHO. Muchos podrían pensar que con la firme negativa de los jueces a autorizar la detención de los investigadores el tema queda resuelto. Pero la realidad otra. La Fiscalía logró lo que muy probablemente buscaba: mandar un mensaje de autoridad que sirviera para callar voces incómodas. 

Me pregunto si después de los recortes presupuestales, de la cancelación de los fideicomisos y de las amenazas de prisión, seguiremos viendo la publicación periódica de cifras de desaparecidos que han surgido de la academia; si podremos tener acceso a las mediciones de letalidad de las Fuerzas Armadas a las que investigadores le han dedicado largas jornadas de trabajo durante años, a los indicadores de desempeño de los programas sociales del gobierno, a los análisis de opacidad en la compra de medicamentos y a cientos de investigaciones y foros que han ayudado a construir una ciudadanía más sólida y un país más democrático durante las últimas décadas. 

Sí… tener dos jueces que se hayan plantado para defender la ley frente a los abusos de la fiscalía es algo que celebrar. Pero hay un daño que ya está hecho y no hay un juez que pueda revertirlo.

¿Diplomacia feminista?

   

Por Fernanda Caso
fernandacaso@hotmail.com
@fer_caso