MENTE MUJER

¿Por qué las mujeres en México no denuncian?

En este punto, me encantaría ser clara, una gran parte de delitos en materia de género son de realización oculta; nadie ve y escucha pero no por eso dejan de ser válidos o imposibles de probar, que este punto jamás sea limitante para ninguna mujer

OPINIÓN

·
Diana Murrieta / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Mucho se cuestiona respecto del por qué las mujeres no denunciamos, ¿Por qué contamos nuestras historias de abuso a través de un MeToo? O ¿Por qué no lo hacemos inmediatamente después de que sucede el delito? Creo que para responder esa pregunta tenemos que tener contexto de qué es lo que las mujeres vivimos desde que nacemos. 

Para comenzar, vivimos en un país extremadamente patriarcal y machista, nos enseñan desde casa y desde muy jóvenes que tenemos una “subordinación” respecto del sexo masculino; nos crean las ideas de tener que ser “delicadas” y tenemos que esperar a “nuestro príncipe azul” y todo lo que conlleva el amor romántico que tiene como premisa que “el amor lo puede todo y todo lo soporta” nos imponen usar faldas en un uniforme y nos normalizan la violencia y el abuso de tal manera que estamos tan acostumbradas que ya no lo notamos. 

Vivir una situación de abuso es traumática por sí sola, pero ese es sólo el inicio de lo que avecina todo un proceso de sanación y de justicia. Siempre he considerado que el primer paso y más complicado es el aceptarte como víctima, el poder darle nombre a lo que pasó y viviste no es para nada fácil; reconocer a tu agresor como aquel que abusó de ti o de tu cuerpo es un trabajo psicológico muy complejo, normalmente las primeras preguntas van dirigidas desde nosotras hacia nosotras y a manera de crítica ¿Por qué permití? ¿Por qué fui y me vestí así? ¿Estoy loca o esto realmente me pasó? 

La normalización de la violencia es tan grande que algunas todavía se preguntan si deben denunciar o si lo que les pasó tiene “suficientes pruebas” para que se les crea. En este punto, me encantaría ser clara, una gran parte de delitos en materia de género son de realización oculta; nadie ve y escucha pero no por eso dejan de ser válidos o imposibles de probar, que este punto jamás sea limitante para ninguna mujer. 

Ok, ya pasamos por los primeros pasos que hasta el momento son internos y mentales y ahora ¿Cómo y a quién se lo digo primero? Creo que esta es una pregunta decisiva, porque la primera persona que escuche a una víctima tiene un gran trabajo y este es, hacerla sentir escuchada, valorada y ser esta red de apoyo que se necesita, buscar soluciones desde el respeto y empatía. 

Es difícil como víctima el poder contar algo tan personal y que desde casa o en tu círculo más cercano no se te crea y se adopten comentarios totalmente machistas como “Es tu culpa por ir a esa fiesta, yo te dije que no fueras,” “Pero tú ¿qué hiciste para provocarlo? O “Es tu esposo, entre esposos no hay abuso.” 

Como se pueden dar cuenta la re victimización nace desde nosotras pero también se realiza por medio de los demás, siempre he creído que la re victimización está en todos lados, en todo tipo de gente y en cada etapa del proceso. 

Después de pasar el proceso mental, el proceso de reconocimiento de ser víctima y el poder tener palabras para exteriorizar y contarlo a tu primer círculo cercano viene el miedo más fundado de todas y es el denunciar ante una autoridad. 

El proceso legal de una denuncia es todo un reto para cualquier persona; comenzar por saber ¿Dónde contratar a un abogado? Y ¿Qué cualidades debe tener?, el camino está basado en leyes sumamente machistas, las leyes han sido escritas por y para hombres; hay lagunas legales que siguen vulnerandonos como mujer y las instituciones así lo entienden. 

Las y los Ministerios Públicos tienen una responsabilidad muy grande con las personas que se acercan a ellos; un comentario mal aportado, una actitud o acción pueden desincentivar una denuncia y todo el proceso, que ya ha sido demasiado y muy doloroso, puede ser en vano. 

Ser mujer en México es un reto diario, es por eso que hasta hoy, sigue siendo un acto de valentía el hablar y poder denunciar, los movimientos “MeToo” y “YoTeCreo” nacen desde la sororidad para que aún entre extrañas podamos reconocernos en alguien más, porque solo entre nosotras sabemos lo difícil que es pasar por esto y que nadie pueda brindar una red de apoyo. 

Si es abrumante leerlo, imagina vivirlo; espero algún día denunciar a un agresor en México deje de ser un acto de valentía y se le trate con la seriedad que se merece y necesita; mientras ese día no pase, sé que las feministas estaremos para apoyarnos, acompañarnos y pedir justicia por las demás.

POR DIANA MURRIETA

PRESIDENTA DE NOSOTRAS PARA ELLAS

nosotrasparaellas@gmail.com

PAL