COLUMNA INVITADA

Liberales vs. Conservadores

Hay quienes ubican esta división desde los primeros años de México como una nación independiente. En un año, el país llegó a tener cuatro presidentes

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo e Ignacio Allende encabezaron la insurrección por la Independencia. El 27 de septiembre de 1821, el Ejercito Trigarante entró a la Ciudad de México encabezado por Agustín de Iturbide. La acta de independencia está firmada por Iturbide, por los jerarcas de la Iglesia católica, por los ricos de la ciudad y generales realistas. ¿Qué ocurrió en esos 11 años?

Fueron tiempos de tormenta, de gestas heroicas, de traiciones y ambiciones de mujeres y hombres de carne y hueso, no de héroes impolutos. Un imperio que se hundía en la decadencia y unas colonias contagiadas por los deseos de libertad. Los insurgentes iniciaron la lucha por la independencia, pero los conservadores la consumaron. Hay quienes ubican la división de liberales y conservadores desde los primeros años de México como una nación independiente. Tienen razón.

La historia del siglo XIX está marcada en esa disputa por la nación. La inestabilidad fue el signo. En un año, el país llegó a tener cuatro presidentes y en el lapso de una década hasta 11, al revisar una larga lista de golpes de Estado, revueltas y traiciones. Anexión de Chiapas por referéndum, independencia de Texas; la Guerra de los Pasteles, primera Intervención Francesa; Intervención Norteamericana y pérdida de la mitad del territorio; la Guerra de Reforma; segunda invasión francesa e imperio de Maximiliano; restauración de la República y el Porfiriato.

La Revolución Mexicana es otra historia, que también merece ser contada. ¿Es valida la división entre liberales y conservadores en la actualidad? No. Existe una disputa real por la nación, que se avivó a partir de las elecciones de 1988 y que se acentuó en los siguientes cinco sexenios.

Lo que vivimos es un fenómeno diferente a las disputas entre liberales y conservadores del siglo XIX. El fervor ideológico ha disminuido ante el predominio del mercado y la penetración de la corrupción en la vida pública. Existe una mezcolanza pragmática y electoral que confunde a la ciudadanía. Más allá del discurso polarizado de liberales y conservadores que favorece a los extremos y erosiona el debate público.

En más de dos siglos de historia, esta confrontación violenta bañó al país de sangres y mutiló su territorio. La viabilidad de México como nación independiente estuvo en riesgo. La disputa por la nación existe entre visiones contrapuestas de país, en un abanico de matices.

Lo importante es que dicha disputa se de por medios democráticos. Por más de un siglo, liberales y conservadores trataron de destruirse. Ninguno de los bandos lo logró. Es momento de buscar formas democráticas y pacíficas de dirimir diferencias.

No olvidar que Miramón también fue un cadete que defendió el Castillo de Chapultepec y Porfirio Díaz pieza clave en la lucha contra los franceses. La historia es más amplia que la versión grabada en bronce. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO Y ASESOR PARLAMENTARIO

@ONELORTIZ

MAAZ