COLUMNA INVITADA

CELAC, ¿Estados Unidos o China?

A finales de julio, con motivo del aniversario del 238 natalicio de Simón Bolívar, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA)

OPINIÓN

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Rubén Salazar / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A finales de julio, con motivo del aniversario del 238 natalicio de Simón Bolívar, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA), por una nueva Unión Americana, similar a la Unión Europea. Su argumento era que la OEA se había convertido en una organización lacaya o supeditada a los intereses hegemónicos de los Estados Unidos, sobre todo “para poner o quitar gobernantes” a su antojo.

Es probable que por su mente girara un carrete de diapositivas históricas que retrataran el derrocamiento y asesinato de Francisco I. Madero en México y Salvador Allende en Chile, mediante sendos golpes militares; la destitución de Antonio Noriega en Panamá, durante la invasión estadounidense a ese país, a quien detuvieron por narcotráfico, crimen organizado y lavado de dinero; o la renuncia del ex presidente boliviano Evo Morales, quien buscó ilegalmente un cuarto periodo, obligado a declinar por sus Fuerzas Armadas.

No está claro en cuál de todos estos pasajes basa López Obrador su fobia respecto a Joe Biden, pero lejos de incitar una invasión o golpe de Estado del vecino del norte para derrocarlo, recibió en la cumbre de la CELAC una cachetada con guante blanco, después de ver como la agenda latinoamericana está en las antípodas del reconocimiento a las dictaduras de la región.

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle, así se lo hizo saber, al señalarle que en algunos “países no hay una democracia plena, no se respeta la separación de poderes, desde el poder se usa el aparato represor para callar protestas y encarcelar opositores (...), debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.

La propuesta de AMLO de reemplazar a la OEA por una nueva Unión Americana, para enfrentar la hegemonía comercial de China, se derrumbaba por sus propias contradicciones; no sólo por la imposibilidad de que ahí convivieran Estados Unidos y Canadá con dictaduras o países sumidos en el subdesarrollo, sino porque al final, el único mensaje de apoyo externo a la Cumbre, provino del presidente Xi Jinping, destacando el vínculo comercial del gigante asiático con la CELAC.

La preocupación de Lacalle bien pudo abarcar al anfitrión de la cumbre, y a su invitado asiático. Quizá sigamos sin saber con qué ex mandatario latinoamericano derrocado se identifica el presidente López Obrador; lo que sí está claro después de la Cumbre de CELAC, es con qué bando de América Latina y el mundo prefiere jugar.

Fe de erratas: en mi artículo anterior, señalé un pronóstico de decrecimiento promedio anual de - 2.6% del PIB entre 2019 y 2021. Lo correcto es decrecimiento acumulado en el periodo.

POR RUBÉN SALAZAR

DIRECTOR DE ETELLEKT

@ETELLEKT_

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