COLUMNA INVITADA

Alemania: elecciones y lecciones

El próximo 26 de septiembre, Alemania, la principal potencia económica europea, celebrará elecciones para renovar su parlamento, el Bundestag

OPINIÓN

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Claudia Ruiz Massieu/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El próximo 26 de septiembre, Alemania, la principal potencia económica europea, celebrará elecciones para renovar su parlamento, el Bundestag. Los legisladores electos nombrarán al Canciller –máxima autoridad ejecutiva– que sustituirá a Angela Merkel después de tres lustros en el poder. 

Esta elección marcará el fin de la “era Merkel”. Es la primera vez, desde 2005, que ella no participará en los comicios. Durante su mandato, la Canciller logró sacar adelante al país en situaciones críticas y consolidar a Alemania como una de las principales potencias entre las democracias industrializadas. Lideresa popular, ejerció gran influencia internacional en defensa del liberalismo contra el populismo. Quien la suceda heredará la responsabilidad de mantener a Alemania como sostén de la Unión Europea y la OTAN. Asimismo, deberá negociar los términos de un nuevo entendimiento con Estados Unidos para fortalecer la alianza transatlántica de cara a las amenazas económicas y militares que se gestan en Rusia y China. 

La elección se ha caracterizado por la incertidumbre. Por 16 años, el bloque conservador (encabezado por Merkel) tenía prácticamente asegurado su lugar al frente del gobierno. En esta ocasión, tres partidos tienen posibilidades reales de ganar: la Unión Demócrata Cristiana de Merkel, abanderada por Armin Laschet; el Partido Verde, liderado por Annalena Baerbock y el Partido Socialdemócrata (SPD), con Olaf Scholz, actual vicecanciller y ministro de finanzas. 

En este sentido, destaca el avance de la socialdemocracia. En los sondeos más recientes, el SPD aventaja las preferencias por un par de puntos. Es la primera vez que esta organización política se pone al frente de las encuestas desde 2016. Dado el peso de Alemania en la política europea, el triunfo de este partido podría impulsar una ola socialdemócrata en todo el viejo continente, sacando del letargo en que esta ideología ha vivido por años. 

Quizás una de las razones que le otorgan un interés especial a esta elección radica en que cualquier escenario garantiza la estabilidad de las instituciones y el consenso respecto a la democracia liberal alemana. 

Igual que otros países, en años recientes Alemania experimentó el surgimiento de fuerzas políticas extremistas, como la ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD), que se valieron de discursos populistas, nativistas y hasta racistas para buscar respaldo electoral. Si bien AfD mantendrá una presencia en el Bundestag, lo cierto es que no tiene posibilidades reales de formar parte de un gobierno, como sí ha sucedido con este tipo de liderazgos en países como Francia, Italia e incluso EE.UU. 

Entonces, ¿qué distingue a Alemania? Una de las claves parece encontrarse en su capacidad para haber creado un sistema capitalista, pero en el que a su vez el Estado actúa decididamente para cerrar las brechas de desigualdad estructural mediante un estado de bienestar. La educación pública de alta calidad, así como un sistema de salud de primer nivel son ejemplos esenciales. 

Analistas como Pippa Norris, de la Universidad de Harvard, han documentado que, aunque exista crecimiento económico, las desigualdades sociales producen un terreno fértil para el surgimiento de los populistas: resentimiento, desesperanza, división social. Los líderes liberales del mundo deberían estudiar el caso alemán: en lugar de combatir las reivindicaciones sociales de las izquierdas, una estrategia más inteligente es apropiárselas para darles cauces institucionales. En México, las oposiciones tenemos que voltear hacia Alemania en busca de respuestas para articular un programa competitivo de cara al populismo. 

POR CLAUDIA RUIZ MASSIEU
SENADORA POR EL PRI
@RUIZMASSIEU

dza