TRES EN RAYA

El costo de despreciar a Estados Unidos

El presidente decidió que nuestro aniversario de independencia era el mejor momento para desafiar y plantarle una nueva afrenta a su principal socio comercial

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente decidió que nuestro aniversario de independencia era el mejor momento para desafiar y plantarle una nueva afrenta a su principal socio comercial (ya lo había hecho recientemente con la amenaza de desaparecer a la OEA; insistirá en ello el día de hoy).

Total, que AMLO se olvidó de la Doctrina Estrada, tan mentada cuando le conviene, y en aras de un supuesto daño a la soberanía de los pueblos latinoamericanos, se puso a defender a una dictadura capaz de encarcelar y asesinar a sus opositores. No solo eso, al tirano y represor le prestó el micrófono para demostrarle al pueblo estadounidense lo poco que le importa la relación bilateral México-EEUU.

Exigió al gobierno de nuestro país vecino que termine el embargo (aunque el término que usó es el de ‘bloqueo’, que es el equivocado pues no hay tal) hacia Cuba, pero sin exigir reciprocidad de las autoridades cubanas; esto es, que el régimen de Díaz-Canel ponga fin a la dictadura en la isla que data ya más de 60 años. Y, para rematar la afrenta sentaron al embajador estadounidense en México en la última fila de las gradas adaptadas para el desfile.

A Andrés Manuel le gustan los simbolismos y los que se vieron en el Zócalo esta semana son aves de mal agüero. La propuesta del tabasqueño muestra su nulo conocimiento de lo que sucede en el mundo o, aún peor, su desdén por los derechos humanos, precisamente ahora que el Parlamento Europeo se suma al embargo económico y lo impulsará para demostrar el repudio del viejo continente al dictador cubano.

López Obrador dijo que “de vencer Estados Unidos a Cuba será un victoria pírrica y canallesca”, lo cual no solo demuestra su anacrónica ideología —nuestro vecino del norte no está en guerra con Cuba-, sino además el solo contemplar que la isla exporte su égida dictatorial debería preocuparnos. Mejor vivir como los capitalistas allende del Río Bravo y no como los cubanos que por vivir tan mal, a la primera oportunidad prefieren salir huyendo al “imperialismo yanqui”. Lo mismo, por cierto, que muchos mexicanos, esos 20 millones de connacionales que no pueden volver por la terrible situación que atraviesa nuestro país.

El único momento en que tuvo algo de razón el presidente AMLO fue cuando citó al ex presidente norteamericano George Washington: “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”. Y no, Estados Unidos no se aprovecha del infortunio de Cuba. Los únicos que se aprovechan de Cuba son su dictador y la élite de dicho régimen comunista.

Estados Unidos tampoco se aprovecha del infortunio de México. Antes bien ha enviado de manera gratuita a nuestro país más de 30 millones de dosis de vacunas anti covid. Pero nuestro primer mandatario prefirió ensalzar a la tiranía cubana, a la cual le pagamos por los médicos que mandó a México para no hacer nada durante la pandemia. Es de gente con educación ser agradecida; ya se entiende el porqué López Obrador no agradece nada.

¿Qué nos espera? Los gringos son muy diplomáticos, pero en pragmatismo y ajuste de cuentas nadie les gana. Así que, de forma inmediata podemos esperar una mayor desinversión, una política migratoria que hará aún más daño a nuestro país (ya de por sí la Guardia Nacional la hace de perro de protección en cada punto fronterizo), y un desprecio —cero cooperación— hacia cualquier propuesta que pudiera ser viable y que emane de la 4T.

AMLO convirtió una fiesta de independencia en una condena para México. Una pérdida que no se notará de un día para otro, pero que llegará con el tiempo. Una vez que —como consecuencia de las políticas y administración pública de la 4T— sean los cubanos, los bolivianos, los venezolanos, los nicaragüenses quienes empiecen a quitarle el trabajo y los recursos federales a los mexicanos, el ‘pueblo bueno’ le dará la espalda al presidente. La historia deja lecciones muy sabias para quien quiere atenderlas. Rusia, Venezuela, Corea del Norte, terminaron por abandonar a Cuba cuando los ciudadanos de esas naciones dijeron ‘ya no más sacrificios propios en favor de los isleños’.

Vendrá un momento similar en México y será entonces cuando echemos de menos la mano amiga de los estadounidenses. La población mexicana pagará el desprecio que les hace AMLO.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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