TRES EN RAYA

Yo también me opongo

Yo también me opongo a que Miguel Díaz-Canel, dictador cubano, se apersone en el balcón o en cualquier espacio de Palacio Nacional para celebrar NUESTRAS fiestas patrias

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Yo también me opongo a que Miguel Díaz-Canel, dictador cubano, se apersone en el balcón o en cualquier espacio de Palacio Nacional para celebrar NUESTRAS fiestas patrias. Yo no lo quiero en las fiestas del 15 ni del 16 de septiembre, como tampoco quise que Santiago Abascal, de Vox, estuviese en el Senado.

Tan fascista uno como dictador el otro. Franquista Santiago y estalinista Miguel. Al invitarlos, los políticos mexicanos se siguen atorando en pasados malditos en lugar de buscar referentes para construir un mejor futuro.

Ni la ceremonia del grito ni el desfile son fiestas particulares, propias o individuales de Andrés Manuel López Obrador y los partidarios de la 4T. Son fiestas nacionales, donde todos, más allá de ideologías, creencias y pensamientos nos unimos para celebrar a los héroes que nos dieron patria y libertad. Incongruente, entonces, invitar a un asesino que busca coartar la libertad de su pueblo.

Los próximos miércoles y jueves celebraremos lo que sucedió hace 211 años: la búsqueda de independencia y de igualdad entre todos los que conformamos esta nación. Qué conste, no son 111 años como pusieron de forma errónea hace unos días en algunos faldones en Palacio.

Entonces, las celebraciones por la independencia son fiestas de todos, no solo del tabasqueño. Para fiestas donde él es el centro de la atención ya tenemos demasiadas. Muestra de ello son sus interminables informes a la nación, sus mañaneras diarias y otras pachangas con motivos que en el fondo solo él quiere celebrar.

Quien dice respetar y honrar las tradiciones, rompe las mismas cuando invita a Miguel Díaz-Canel, jefe de Estado, a estar en las fiestas patrias. Sí, tiene la excusa de una reunión de la CELAC que sostendrá en México un par de días después, pero por lo que a celebraciones con motivo de la independencia se refiere, la tradición es que esos días no estén presentes titulares de otras naciones.

De hecho, el último presidente que invitó a jefes de Estado fue Porfirio Díaz, porque se trataba del aniversario 100 de la independencia. Otra ocurrencia más de López Obrador, entonces, en la que se parece más a aquel primer mandatario que tuvimos por tantos años.

Pero más allá de la tradición, Miguel Díaz-Canel ha mostrado su talante abiertamente autoritario en las últimas manifestaciones en Cuba, que se llevaron a cabo en rechazo a su gobierno. Salió en los medios a pedir a revolucionarios y comunistas cubanos “hacer de todo, lo que sea necesario para acabar con estas muestras”. ¿En serio? ¿Eso es lo que pide un líder de un país?, ¿incitar al odio?, ¿a la confrontación?, ¿aniquilar al opositor? Ahí están las grabaciones de ese tirano para constatarlo. Al mismo que ahora se ha invitado a celebrar nuestra independencia y libertad.

Esta visita se engarza en una serie de desatinos diplomáticos y muestras inequívocas de un gobierno que se dice de izquierda progresista, pero que en la práctica tiende a la represión y aplaude los gobiernos autoritarios y dictatoriales. Hay que recordar que los primerísimos invitados a la toma de protesta de AMLO fueron Nicolás Maduro, Vladimir Putin (quien no vino) y Manuel Díaz-Canel; se quiere reanudar relaciones con Corea del Norte, país gobernado por un dictador, y ahora se invita nuevamente a Díaz-Canel a las fiestas de la independencia.

Mientras eso ocurre, nuestro gobierno lopezobradorista guarda silencio sepulcral ante la situación en Nicaragua. Ahí se detiene de forma ilegal a los opositores al régimen y recién se ha girado la orden de apresar a Sergio Ramírez (ex vicepresidente de dicha nación y reconocido escritor). Ramírez lo expresa mejor: “la peor circunstancia que alguien que ya viene de vuelta puede atravesar… es la del exilio forzado”.

Los “liberales” de la 4T hoy mismo callan ante Daniel Ortega. Otro dictador que combate la libertad de expresión, suprime las manifestaciones en su contra y es ejemplo para quienes prefieren la dictadura a la libertad.

Las fiestas patrias son para celebrar la derrota de los tiranos, no para invitar a uno. Por lo cual, yo también me opongo a invitar a ese dictador cubano a nuestras fiestas de libertad. Desde estas líneas apoyo los hashtags:
“#CanelMéxicoTeRepudia”, #MéxicoSinCanel”, y “#FueraAsesinoCanel”.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

DZA