DES... PROPÓSITOS

Multimillonarios Rusos en Europa

El grupo de empresarios más poderoso de la historia moderna de Rusia ha sido el apadrinado por Putin y al que se conoce como “Kremlin Inc”.

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hoy en día, no es raro escuchar, del gran número de ciudadanos rusos multimillonarios que viven en las principales capitales europeas o ciudades “boutique” de ese continente, donde hacen gala de sus modos de vida, con grandes residencias en las zonas más exclusivas de las ciudades donde viven, su concurrencia a los mejores restaurantes, los mejores autos y hasta los mejores yates, como el envidiado “Eclipse”, cuyos itinerarios lo llevan a anclar en los lugares más paradisíacos del continente, codeándose, de paso, con las más rancias sociedades de esos lugares. 

Una de las primeras reacciones que uno tiene es preguntarse ¿cómo es que Rusia, un país que viene de ser un país socialista por más de 70 años y que a la fecha atraviesa por serios problemas económicos, pueda sostener a este grupo de acaudalados millonarios en Europa? ¿Quiénes son estas personas? ¿Cómo han hecho para amasar semejantes fortunas?

La historia del origen de dichas riquezas modernas data de la época de Gorbachov (1985-1991) su Glasnost y la Perestroika, en que se decide terminar con el sistema socialista, e iniciar la incorporación de Rusia al sistema de economía de mercado, para lo cual hacía falta desarrollar, prácticamente de la nada, una clase empresarial rusa capaz de organizar esquemas de negocios conjuntos con países occidentales. Dicha situación era urgente, pues el país no podía quedar en manos de intermediarios extranjeros para el desarrollo de los nuevos negocios.

De esta forma el gobierno de Gorbachov tuvo que habilitar a una serie de funcionarios públicos con cierta experiencia en negociaciones internacionales para que iniciarán el desarrollo transacciones con el exterior, las cuales, muchas de las veces tropezaban no sólo con trámites burocráticos excesivos, sino con la propia ineficiencia de los negociantes rusos habilitados al “bote pronto”.

En general se puede decir que fue durante el gobierno de Boris Yeltsin (1991-1999) cuando se dieron pasos más firmes, aunque todavía con muchas deficiencias, para desarrollar una clase empresarial rusa más competitiva. Ante la premura de la situación se buscó, entre los jóvenes de la época, a aquellos que tenían alguna experiencia emprendedora como la organización de discotecas vecinales o de pequeñas cooperativas iniciadas durante la gestión de Gorbachev y de ésta manera se les ofreció, en complicidad con los líderes gubernamentales, la administración de negocios estatales, que requerían ser privatizados.

Para facilitarles la labor se les otorgaron créditos ultra blandos y apoyos financieros, en muchos de los casos a fondo perdido, a fin de iniciarlos de la mejor manera posible en el mundo de los negocios. Así surgieron algunos de los más grandes empresarios rusos de la época moderna los cuales amasaron grandes fortunas, la mayoría de las cuales fueron transferidas a bancos europeos dando por resultado la incorporación de muchos nuevos millonarios en la Europa occidental.

Dentro de los más importantes puede mencionarse a Mikhail Khodorkovsky, Boris Berezovsky y su socio Roman Abramovich, accionistas principales de las dos empresas petroleras rusas desestatizadas más importantes —Yukos y Sibnet— quienes fueron los empresarios y oligarcas más destacados de la era de la Perestroika y los años 90.

Con Putin, ya como presidente y su gran ambición de poder que incluía apoderarse de las petroleras del país, los dos principales empresarios de la era Yeltsin fueron perseguidos acusados de corrupción y la transferencia de grandes sumas de dinero a países europeos que se tradujeron en majestuosas adquisiciones de bienes raíces y otros activos, poniendo en peligro las arcas del tesoro ruso. Khodorkovsky fue encarcelado, en tanto, Berezovsky pudo autoexiliarse  evitando su seguro encarcelamiento. Abramovich fue el único de los tres grandes de la era Yeltsin que subsistió a las condenas de Putin logrando incorporarse a su equipo de empresarios favoritos.

Sin duda alguna, el grupo de empresarios más poderoso de la historia moderna de Rusia ha sido el apadrinado por Putin y al que se conoce como “Kremlin Inc”. Este clan se integra, en su mayoría, por los llamados siloviky ,es decir, su  grupo de amigos y colegas íntimos de la KGB desde los tiempos en que se desempeñaba como su representante en Dresden y después como vice gobernador en San Petersburgo, dentro de los que se encuentran: Igor Sechin, Gennady Timchenko, Yury Kovalchuk, Arkady Rotemberg, todos ellos prominentes accionistas de las grandes empresas rusas que han transferido millones de dólares sobre todo a Europa, en particular a Londres, lugar al que en son de broma los propios rusos llamaban “Londongrad”. Abramovich es una de las pocas excepciones que no pertenece a los siloviky y a través de quién, Putin y los suyos, adquirieron el equipo londinense de futbol del Chelsea y el palacio flotante “Eclipse”, uno de los yates más famosos y codiciados del planeta. 

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
ANALISTA ECONÓMICO
ORBE@ELHERALDODEMEXICO.COM

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