COLUMNA INVITADA

El festival de Avándaro, el origen de todo

Hablar del festival de Rock y Ruedas de Avándaro es remembrar la historia de la música en México, no fue algo menor lo que sucedió aquel 11 y 12 de septiembre de 1971

OPINIÓN

·
Héctor Escalante / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hablar del festival de Rock y Ruedas de Avándaro es remembrar la historia de la música en México, no fue algo menor lo que sucedió aquel 11 y 12 de septiembre de 1971, fecha en que se llevó a cabo, el abuelo de los festivales en nuestro país. Ese hecho, fue el único registro de un evento de esa magnitud durante décadas posteriores de sequía musical de los eventos en vivo.

Hoy estamos acostumbrados, de manera afortunada, en tener en nuestro país todo tipo de festivales y conciertos. Cada año (antes de la pandemia) al menos 10 festivales de talla internacional se celebran en nuestro país, destacando el Vive Latino, Pal Norte, Cumbre Tajín, Corona, Machaca, Ceremonia, etc. Pero hay que recordar que esto no siempre fue así.

El festival de Avándaro, que de origen sería también una carrera de autos, cosa que no sucedió debido a la cantidad de gente que asistió, se dio en el marco de la represión que se vivía en nuestro país. México venía de la matanza a los estudiantes en Tlatelolco en 1968 y del Halconazo de 1971. La represión en nuestro país era de todos los días, no era fácil ser estudiante, menos rockero.

No había espacios para tocar y el gobierno lo que menos quería era una concentración de jóvenes. Estaban aterrados por eso. Los medios de comunicación, prácticamente en su totalidad, no solo censuraron el festival, sino que lo satanizaron. Las publicaciones de aquella época publicaron títulos como “El infierno de Avándaro”, “Encueramiento, mariguanaza, frenesí sexual”, “Degenere sexual” “Droga y sexo en Avándaro”. Aquello fue, según los relatos oficiales, prácticamente el apocalipsis en tiempos del real conservadurismo.

Hoy podemos asegurar, fue el inicio de todo. Existen varios documentos y entrevistas sobre Avándaro, relatos como la famosa “Encuerada” o el corte de la transmisión de la radio por “Mari Marihuana”. Más allá de dar un repaso por las bandas que tocaron en aquel momento como El Ritual, Tinta Blanca, Los Dug Dugs o un joven grupo llamado Three Souls in my Mind (hoy el TRI) o la presentación esperada de Javier Bátiz, que nunca se dio. Hoy debemos reflexionar que la importancia de ese festival mucho más que todo eso.

Es seguro que, sin esa aventura de sus organizadores, entre ellos Luis de Llano o Armando Molina, sin las decenas de miles de jóvenes que asistieron en paz, sin las bandas que dieron lo mejor en aquellos dos únicos días, incluso sin el permiso de aquellas autoridades de apellido Hank, que no sabían hasta donde podría llegar el evento. Es un hecho que sin todo eso no podríamos hoy recordar lo que es un hito para todos lo amantes del rock y la música.

La revolución comenzó en aquel 11 y 12 de septiembre de 1971. Fueron los cimientos de lo que hoy conocemos como el rock nacional, ese que hoy escuchamos, pero que apenas hace unas décadas no existía. No cabe duda que Avándaro fue el origen de todo, no podemos dejar de señalarlo y no queda mas que celebrarlo escuchando una buena dosis de rock.

POR HÉCTOR ESCALANTE

@HECTOR_ESCA

MAAZ