MALOS MODOS

Nosotros los progres

Hay por supuesto muchas formas de ser obradorista, como apunté ya en este espacio. Está el clepto-chavismo, si me permiten el pleonasmo

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hay por supuesto muchas formas de ser obradorista, como apunté ya en este espacio. Está el clepto-chavismo, si me permiten el pleonasmo: mientras el pueblo es bendecido por la herencia de Nicolás Maduro, aumento mi colección de casas. Está el priismo vintage: vengan esas paraestatales, mientras, también, aumento mi colección de casas. Está el yunquismo-evangelismo, porque el presidente logró, entre otros milagros, el de reunificar a la cristiandad recalcitrante. Y están los que dan como que más ternura: los que pensaban que iban a imponer una agenda progre, como de universidad gringa, y ven con un silencio que imagino desconcertado cómo nomás no se arma.

No es que andemos cortos de iniciativas progres, entre las fallidas y las exitosas. Entre las últimas está, desde luego, la reciente despenalización del aborto. Nada más hay que tener en cuenta un detalle: si salió adelante fue gracias a la Suprema Corte. Del presidente, ni sus luces. No me compete, vino a decir el hombre al que le compete hasta nuestra dieta. Normal. El líder que se alió con el PES, el que recicló a Manolo Espino, el que dijo que el divorcio era un mal traído por el neoliberalismo, el que cita las Escrituras una vez sí y otra también, ha evadido el tema de la despenalización al menos desde sus años como jefe de Gobierno, al tiempo, es sabido, que la boicotea a las calladas.

Lo mismo con la otra despenalización, la de la mariguana y, si quieren, el resto de las drogas. La neoprogresía gubernamental saltaba de contento al inicio del sexenio: por fin una secretaria de Gobernación, como doña Olga, se pone del lado de la modernidá. Nos vamos a poner en súper plan de demócratas gringos, se relamían en los cuarteles generales de la Colonia Roma. Y no. Los avances logrados, algunos, sí, impulsados por sectores del cuatroteísmo, no desdeñables pero cortos frente a la terca realidad, tampoco han contado con al ayuda del titular del Ejecutivo, que de hecho ya mostró su preocupación porque los jóvenes, en adelante, se pachequeen todavía más y ahí sí, se deja de lavar las manos y a boicotear sin autocensura.

De la agenda feminista en toda su amplitud y su urgencia, mejor no hablamos. Como mejor no hablamos del otro sueño del bienpensar ilustrado: las energías limpias. Aquí lo que rifan son la virilidad combustólea y el recio patriotismo carbonífero. Lo que nos lleva a lo otro que de plano no, que es el asunto ecológico en extenso. Digo, del presidente es la idea de machacar a la población de jaguares y tucanes para hacer un tren que, por añadidura, no le convence a una buena cantidad de comunidades indígenas. Otro puntito de la agenda progresista en el que anda quedando a deber.

Pues sí, está triste la cosa. Triste como película de las de antes. “Nosotros los progres”, podríamos llamarla.

POR JULIO PATÁN

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@JULIOPATAN09

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