TIEMPO DE INFRAESTRUCTURA

Desconocimiento y temor por las APP

Por si fuera poco, el valor de la producción de la industria de la construcción se contrajo 6.5 por ciento en el primer semestre de 2021 respecto al mismo periodo de 2020 y hoy está casi 25 por ciento por debajo de 2019

OPINIÓN

·
Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

Hablar de una APP de inmediato nos remite a pensar en una aplicación de nuestro teléfono. Pero todo funcionario y todo gobernante debe saber que APP son las Asociaciones Público-Privadas, un instrumento útil en el desarrollo de infraestructura. Lamentablemente, en México las APP están subutilizadas tanto por el gobierno federal como por los gobiernos estatales y municipales, desperdiciando así una buena oportunidad para generar desarrollo y mejores condiciones de vida para los mexicanos.

México requiere más y mejor infraestructura. Sin embargo, es de los países que menos invierte en ella. En un comparativo con miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), de la cual México es miembro, con cifras al 2019, somos el país con la menorinversión pública en infraestructura (es decirla que se realiza con recursos fiscales) como porcentaje del PIB con solo 1.3 por ciento, por abajo del promedio de 3.3 por ciento de esa organización y muy lejos de los países lideres como Corea del Sur y Noruega que invierten alrededor del 6 por ciento.

Por si fuera poco, el valor de la producción de la industria de la construcción se contrajo 6.5 por ciento en el primer semestre de 2021 respecto al mismo periodo de 2020 y hoy está casi 25 por ciento por debajo de 2019.

Los gobiernos deben impulsar una mayor inversión en infraestructura, pero enfrentan restricciones presupuestales, por lo que en las Asociaciones Público-Privadas se encuentra la oportunidad para hacerlo.

Las APP se fundamentan en una relación contractual de largo plazo con estándares de calidad de servicio entre el gobierno y elsector privado, donde el segundo provee servicios a intermediarios, al propio gobierno o a usuarios finales de servicios públicos.

Con este tipo de asociaciones se fomenta una gestión eficiente de la infraestructura, una mejor asignación de riesgos, mejora en la calidad de los servicios, especialización de las empresas y desarrollo de mercados.

Sin embargo, en el país existe temor por parte de los gobernantes al uso de las APP, causado en parte por desconocimiento sobre su operación o por prejuicios ideológicos estatistas como los que dominan la administración pública federal actual. Esto ha llevado al desmantelamiento de equipos técnicos que habían logrado un aprendizaje importante sobre cómo usar correctamente las asociaciones público privadas.

Las necesidades públicas son crecientes, pero los presupuestos de los gobiernos son cada vez más limitados. Con las APP, se podrían usar fondos privados para infraestructura, permitiendo que los fondos públicos se vayan a sectores donde la participación gubernamental sí es prioritaria e insustituible, como en la contratación de personal de salud, el pago a maestros, la compra de medicamentos o la provisión de seguridad.

Las áreas en las que se pueden aplicar las APP son diversas como en la construcción, mantenimiento y equipamiento de carreteras, provisión de servicios penitenciarios, tratamiento de aguas residuales, construcción y operación de hospitales, escuelas e infraestructura urbana, de energía y de todo tipo de transporte.

Atraer inversión privada para atender estas necesidades incide en la mejora de la calidad de vida de los mexicanos y es tarea de los gobernantes abrir esa posibilidad con visión de largo plazo para dar mejores resultados.

Nuestros gobernantes deberían preguntarse por qué les da más temor la participación privada en la provisión de infraestructura que el crecimiento económico nulo, el desempleo o el aumento de la pobreza.

POR FAUSTO BARAJAS CUMMINGS 
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA 
@FAUSTOBARAJAS

PAL

Temas