Que México atraiga inversiones robustas en materia de semiconductores es una posibilidad tan incierta como real. La secretaria de economía, Tatiana Clouthier , deslizó esa intención al revelar que está en charlas con empresas extranjeras que podrían estar interesadas en realizar alguna inversión. Sin embargo, el tema se complica en el mundo, porque la crisis de los semiconductores y la escasez de chips están empezando a ser vistas como amenazas a la seguridad nacional.
El juego está cambiando, y está pasando de ser uno de política de atracción de inversiones privadas para proveer partes de vehículos o de electrodomésticos, a ser uno titánico para garantizar el abasto de un insumo fundamental.
Un director de Moody’s, Timothy Uy, declaró recientemente que la firma estima que la oferta de semiconductores no aumentará en el corto plazo, y que la demanda continuará creciendo fuertemente. Moody’s es quien calificó esta escasez como un asunto de seguridad nacional, y señaló que los gobiernos ya están tomando cartas en el asunto.
Esto complica las cosas. Ayer la empresa japonesa Toyota reveló que logró amasar una utilidad trimestral para abril-junio del orden de los ocho mil 200 millones de dólares, y esto alebrestó a los inversionistas, que celebraron su gran recuperación.
Sin embargo, la propia empresa, que en México preside Luis Lozano, apuntó que la crisis de los semiconductores le obliga a mantener su pronóstico de utilidad para todo el año en 21 mil millones de dólares. Es decir, ni aún queriendo generar más utilidades, se podría, porque la escasez de ese insumo ya le puso un límite a todo el sector.
La crisis de los semiconductores tiene afectaciones tan grandes, que en las industrias automotriz y de electrónicos creen que será de mayor duración que la del COVID-19.
Algunas mediciones hablan de subidas de precios de 30 veces para un chip, respecto al precio que había antes de la escasez. Incluso existe el riesgo de una cubanización de las flotillas vehiculares; es decir, que cuadrillas enteras de empresas empiecen a quedar rezagadas, compuestas por vehículos viejos, de generaciones antiguas y tecnología estancada, ante la imposibilidad de adquirir vehículos modernos.
¿Podrá Clouthier atraer una inversión robusta de semiconductores? La respuesta está en qué incentivos a la inversión genere, por un lado, y en la prioridad estratégica que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dé a esta industria para garantizar su viabilidad en el mercado nacional y en el bloque norteamericano. Si el gobierno se suma a esa narrativa, las ventajas serán evidentes. Ojalá.
GENERAL MOTORS
La CEO de la empresa, Mary Barra, anunció ayer que Chevrolet lanzará un nuevo camión tipo van completamente eléctrico. Se llamará EV600. También habrá un nuevo vehículo eléctrico de carga mediano.
POR CARLOS MOTA
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