1. El lunes 25 de julio del 2021 di positivo a la prueba COVID. Acudí al IMSS y a diferencia de otras pruebas que me realicé previamente en que tenía la seguridad de salir negativo, esta vez no tenía dudas de mi contagio.
2. El sufrimiento generado por la enfermedad debe sumarse a la desinformación, la manipulación de las muertes y el clima de terror que los medios han impuesto en torno a la enfermedad.
3. Te da una gripe y sientes que te mueres; te da COVID y crees que te morirás.
4. A lo anterior, debes sumar el que como figura pública, vives las majaderas campañas de odio y de burla de quienes te desean sufrimiento y muerte por la enfermedad. Sí, no hay exageración en mi aseveración, basta ver el contenido en las redes sociales los días posteriores a que comuniqué que había resultado positivo.
5. Por si lo escrito no fuera suficiente, la gente pretende fortalecer la justificación de sus miedos. Por lo tanto, declara con suficiencia que el escarmiento de la enfermedad hará que por fin asumas las medidas sanitarias.
6. Dicho de otra manera, la gente plantea el uso del cubrebocas como la gran medida, sin siquiera detenerse a pensar que la inmensa mayoría de los contagiados y de quienes mueren por la enfermedad, usaban cubrebocas.
7. Peor aún es la histeria que exige vacunación obligatoria. Como bien compartía alguien en redes: pretenden que gente sana se vacune para que no los contagie de una enfermedad que no tiene y de la cual, ellos ya se inmunizaron.
8. Comedia de enredos y despropósitos, aderezada por la presión de la enfermedad y las recomendaciones de checar temperatura y oxigenación de manera compulsiva.
9. Acto seguido a tus reflexiones, viene su desvirtuación y su franca descalificación. Como si no cuidaras tu salud, negarás la existencia de la enfermedad, o promovieras campañas de supuestos complots en torno a la vacunación.
10. La enfermedad es terrible, y causa sufrimiento y muerte. Simplemente, el 3 de agosto de 2021, mi compañera y amiga diputada federal Tere Maru Mejía murió por COVID. En noviembre del año pasado mi hermanito Balfre Vargas falleció por igual causa.
11. Pero no tengo duda que la fuerza de la enfermedad es muy menor a la fuerza de la necedad, de la desinformación, de las campañas de terror y del autoritarismo más majadero que se esconde bajo la promoción de medidas sanitarias. Bueno, ni siquiera tengo derecho a expresar en mis redes lo que aquí escribo, pues la censura se impondría a rajatabla.
Como pasaba cuando uno era un niño: “esto me duele más que a ti y lo hago por tu bien”, decían los padres autoritarios, previo a maltratos y golpizas. Así estamos.
POR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA
COLABORADOR
@FERNANDEZNORONA
MAAZ