GOL GANA

Lo mismo de siempre

Hasta que algo mágico no haga que nos llenemos de medallas, no se ve por dónde cambie la situación en el deporte mexicano

OPINIÓN

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Poncho Vera/ Gol Gana/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Cansa. Lo mismo de siempre. Pocas, muy pocas medallas. Señalamos siempre a los mismos: los directivos. Seguramente vendrán renuncias, despidos… como pasa cada cuatro años (bueno, ahora fueron cinco). Mi admiración total y absoluta para con los atletas y entrenadores, ¡vaya logro el de colocarse entre los mejores del planeta! Sean cuartos o décimos, puro respeto, son seres humanos completamente especiales.

¿Cómo atreverse a, desde la comodidad del sofá, exigirles que por lo menos se coloquen entre los tres primeros? ¿Únicamente los que son los mejores del mundo pueden criticar a sus atletas? No, claro que no, pero todo señalamiento o cuestionamiento debería de partir desde el punto de reconocer un profundo respeto por lo que estos atletas han pasado para llegar a buscar lo más alto.

Esta justa me ha llevado un poco hasta el hartazgo. ¿Siempre va a ser lo mismo con el deporte de México? En el fondo no ha cambiado nada. Pírricos resultados, y más allá de la manera de reconocer a los héroes, vivimos en la búsqueda de culpables.

¿Es que estamos condenados a manejar la palabra “corrupción” permanentemente en el deporte nacional? Sin falta, la ausencia de resultados de los atletas van relacionados directamente con las transas de “los de pantalón largo”.

Nadie hace nada para cambiar las cosas. Siguen y seguirán los “amiguismos”, el nepotismo, el “raterismo”… y también las excusas; para cada resultado adverso hay una excusa. Los que ahora dirigen al deporte son los que criticaban a los directivos, y son señalados por los que lo dirigirán mañana.

En estos momentos, mientras escribo, México está en el lugar ¡70 del medallero!. Setenta. ¿Qué hacemos con eso?, ¿Cómo lo tomamos? Se mueven los medios de comunicación para recibir atletas que han obtenido las meritorias medallas de bronce. No hay platas, no hay oros.

Pareciera que todo en nuestro país tiene que ser discreto, digno, nada más. Todo. Estar felices con el “más o menos”: escuelas, aeropuerto, hospitales, parques, avenidas… deportes.

En las escuelas, las clases de “Educación Física” seguirán siendo desesperantemente simples, espacios de relleno. Los medios de comunicación continuaremos sin seguir profundamente a la mayoría de los deportes. El gobierno seguirá destinando presupuestos risibles a los atletas. Lo mismo de siempre.

Hasta que algo mágico no haga que nos llenemos de medallas.

POR PONCHO VERA
ALFONSO_VERA@HOTMAIL.COM
@PONCHO-VERA

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