COLUMNA INVITADA

Las lecciones de la consulta popular

En todo caso, no cabe duda que el lopezobradorismo analizará con lupa los números de la consulta a nivel estado, municipio y distrito, para afinar sus estrategias de movilización en la consulta revocatoria de 2022 y las elecciones de 2024. La oposición debe hacer lo propio

OPINIÓN

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Guillermo Lerdo de Tejada / Columna Editorial / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Más allá de la propaganda y la guerra por “ganar la narrativa” entre el gobierno y la oposición, la consulta popular del uno de agosto deja saldos y lecciones importantes.

Para el lopezobradorismo, representó un fracaso. La poca participación, de apenas el 7% del electorado, indica fallas importantes en la capacidad de movilización territorial de Morena y sus aliados, una crítica que incluso los partidarios del gobierno han hecho a la dirigencia de Mario Delgado. De un universo de más de 90 millones de personas, sólo pudieron convocar a aproximadamente seis y medio, incluso contando con todos los recursos del Estado.

Este pobre desempeño es aún más grave porque lo que estuvo a consulta fue nada menos que la principal bandera y fuente de legitimidad oficialista: la (presunta) lucha contra la corrupción; esto sugiere que dicho discurso está desgastado frente a una ciudadanía que percibe mucha retórica y nulos resultados.

Sin embargo, sería un error concluir que todo (o incluso la mayoría) del 93% del electorado que rechazó la consulta es anti-lopezobradorista, o que votaría por los partidos opositores. La abstención ciudadana expresó tanto indiferencia como desencanto respecto al régimen, pero esto de ninguna manera significa una validación a los partidos de oposición. Sería un error que la creciente molestia hacia Morena y aliados se transformará automáticamente en apoyo a ellos. La oposición tiene aún la enorme deuda de crear una visión de país alternativa al lopezobradorismo, que logre entusiasmar y convencer a la mayoría de los mexicanos.

En todo caso, no cabe duda que el lopezobradorismo analizará con lupa los números de la consulta a nivel estado, municipio y distrito, para afinar sus estrategias de movilización en la consulta revocatoria de 2022 y las elecciones de 2024. La oposición debe hacer lo propio.

Otro saldo previsible –y quizá premeditado– es que el gobierno y Morena han intensificado su ataque contra el Instituto Nacional Electoral (INE), encargado de organizar la consulta, al que culpan falsamente de “sabotear” el ejercicio; incluso, han amenazado con hacer reformas legales para debilitarlo. El INE ha sido la institución más firme y valiente (muchas veces ante la inacción de los partidos opositores) para defender la democracia frente a los avances autoritarios del lopezobradorismo. Ahora, más allá de ideologías, a los ciudadanos demócratas nos toca respaldar al INE de cara a un nuevo intento del gobierno para someterlo.

Finalmente, la consulta fue ante todo una excusa más del lopezobradorismo para tratar de distraernos de lo importante. Por eso, una vez concluido este espectáculo (que además nos costó más de 500 millones de pesos), dejemos de prestarle atención y no le sigamos el juego al gobierno. En cambio, periodistas, analistas y ciudadanos en general debemos mantener los temas sustantivos en la agenda pública: el incremento de la pobreza y el desempleo; las insuficiencias del sistema de salud que siguen matando gente; la creciente inseguridad y violencia; el debate sobre el regreso a clases y la tercera ola del Covid19, entre otros. Sólo así, exigiendo resultados, señalando errores y sobre todo creando alternativas, podremos construir unidad opositora y una salida democrática rumbo al 2024.

POR GUILLERMO LERDO DE TEJADA SERVITJE
DIPUTADO CIUDADANO EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
@GUILLERMOLERDO

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