Nunca ha sido fácil la tarea del titular de la Secretaría de Gobernación, pero la que hereda Adán Augusto López Hernández es particularmente compleja. Una de las razones es por la enorme concentración del poder por parte de su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Adán Augusto López enfrenta la peor ola migratoria de la historia de México. Tapachula, Chiapas, vive al borde de una crisis humanitaria por los decenas de miles de migrantes centroamericanos y haitianos que viven en sus calles. Todos ellos tienen sus ilusiones puestas en los Estados Unidos de Norteamérica, pero primero deben atravesar territorio mexicano. Como responsable del Instituto Nacional de Migración, la Secretará de Gobernación debe honrar el compromiso que hizo López Obrador con el gobierno de Donald Trump, primero, y Joe Biden, después. Recordemos que Trump amenazó con aumentar los impuestos a la exportaciones mexicanas si el gobierno no aceptaba detener el paso de migrantes.
Por si esto no fuera suficiente, Adán Augusto López deberá buscar pacificar aquellas zonas del país que hoy viven en guerra. Particular y urgentemente, la Tierra Caliente michoacana: Aguililla, Tepalcatepec, Coalcomán, Lázaro Cárdenas, Uruapan, Apatzingán, La Huacana, Coahuayana, Arteaga, Buenavista y otros. Toda esa extensa zona de Michoacán se la disputan varios grupos de la delincuencia organizada y las llamadas autodefensas. Todas las autoridades están claramente rebasadas.
Pero no es la única zona del país que está al rojo vivo. Tamaulipas, Zacatecas, Sonora, Guerrero, San Luis Potosí, Colima, Jalisco, Chiapas están que arden.
La intención del relevo en la Secretaría de Gobernación fue claramente política. A Olga Sánchez Cordero la mandan al Senado para ser contrapeso de Ricardo Monreal. Aún hay varios pendientes para consolidar al lopezobradorismo y sentar las bases de su continuidad en el poder. Esa será la principal tarea de Adán Augusto López. Tendrá que hacer una profunda operación política con la oposición que, aunque disminuida, le puede complicar las cosas al presidente. Deberá coordinar a los gobernadores de Morena y lidiar con los de oposición. De su éxito dependerán también sus aspiraciones a la candidatura presidencial en 2024.
BON APPÉTIT
Yucatán, que presume de su vida pacífica, comienza a mostrar signos de problemas. El asesinato del joven José Eduardo Ravelo Echevarría destapó la lucha intestina por el poder yucateco. Por un lado, a Renán Barrera, presidente municipal de Mérida y el más firme aspirante a la gubernatura, lo acusan de manipular el asunto para cuidar su imagen. Por otro, comienzan a sonar cada vez más fuertes sospechas sobre el eterno secretario de seguridad publica del estado, Luis Felipe Saiden Ojeda. Hijo político del cacique priista Víctor Cervera Pacheco, ha sido secretario de seguridad durante tres sexenios. Logró imponer como Fiscal a su amigo Juan Manuel León León. Hay quienes aseguran que es el verdadero poder en Yucatán.
POR ALEJANDRO CACHO
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