Esta semana inició la credencialización de quienes serán los próximos diputados y diputadas federales, a partir del 1 de septiembre. Tomarán protesta en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el próximo domingo 29 de agosto. Por parte de Morena serán 198; PAN, 114; PRI, 70; PVEM, 43; PT, 37; Movimiento Ciudadano, 23, y PRD, 15. En total, 500 representantes, de los cuales, 246 son mujeres. Es la primera vez en la historia de nuestro país que tendremos tantas mujeres en la Cámara de Diputados (…y diputadas, debería decir).
Nadie tendrá mayoría absoluta para lo que se requieren 250 diputados + 1. Tampoco entre los aliados consiguen tener mayoría calificada para aprobar reformas estructurales o iniciativas que no necesiten el consenso con otras fuerzas políticas. Es decir, nos espera una LXV Legislatura en donde los clásicos partidos tendrán que ponerse de acuerdo, entre todos, para poder hacer cambios importantes.
¿Nos espera una congeladora? Probablemente, ya veremos cuántos diputados y diputadas brincan entre bancadas hipnotizados por promesas políticas. Nos encontraremos con los partidos de siempre, aquellos que han gobernado en el pasado y que nos han dejado un desastroso presente. Tendremos a Morena, el partido que creó el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que a través de su discurso y sus representantes han polarizado al país. Hoy no hay ni siquiera condiciones básicas.
Dijeron que los medicamentos serían gratuitos, pero vemos morir a nuestros niños. No vivimos en la paz que nos prometieron, México nunca había sido tan violento desde la Revolución. A diario vemos señalamientos, acusaciones y persecuciones políticas desde el poder, que pretende ser absoluto. Como dice uno de mis compañeros: “Morena entendió que el equilibrio era quedarse con todo”. Un fracaso legislativo que no ha podido convertir en realidad tantas promesas de su mecenas. Sus aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, cada vez tienen más problemas de credibilidad. Votan a favor de los morados para conservar posiciones de poder. ¿Cómo lograrán los dos grandes bloques políticos –PAN, PRI, PRD– y los aliados del Presidente conseguir los votos para la aprobación de sus iniciativas?
Ahí se vuelve clave Movimiento Ciudadano y la bancada naranja, en donde la agenda estratégica gira en torno a los problemas de la ciudadanía. Ahí saben que la expresión de carácter nacional también debe representar y dar voz a las preocupaciones locales.
Esta será, sin duda, una de las Legislaturas más importantes del México moderno; en los próximos tres años nos jugaremos el futuro de nuestro país. En manos de los legisladores está la responsabilidad de controlar el poder y el capricho presidencial. Como ciudadanos debemos vigilar y exigir a nuestros representantes la continuidad de un rumbo democrático.
Es cuánto.
POR JORGINA GAXIOLA
INTERNACIONALISTA
@JORGINA_GAXIOLA
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