COLUMNA INVITADA

¿Qué sigue?

Las personas que fuimos electas para ocupar cargos de elección popular debemos velar por la reconciliación y el trabajo conjunto, al evitar revanchas políticas

OPINIÓN

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David Monreal / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La del 6 de junio de 2021 fue la elección más grande de la historia de México; aunque en esta ocasión el presidente, Andrés Manuel López Obrador, no estuvo en la boleta, la izquierda partidista, bajo las siglas de Morena, logró ganar espacios importantes. Un análisis de corto plazo podría sugerir que la jornada electoral no fue tan exitosa para Morena como la de 2018, pero lo cierto es que nunca, en la historia de nuestro país, la fuerza política de izquierda había tenido una mejor oportunidad para llevar a cabo las reformas sociales que generen más igualdad y justicia. 

Zacatecas fue una de las 11 gubernaturas que próximamente comenzarán a profundizar la Cuarta Transformación en sus respectivos estados; además, el Congreso local y los municipios también lograron una importante representatividad para la izquierda progresista, con lo que se facilitarían los acuerdos y la actividad interinstitucional para llevar a cabo cambios en el sistema jurídico estatal, y aplicarlas de forma coordinada en todo Zacatecas. Una vez logrado el triunfo en las urnas, las personas que fuimos electas para ocupar cargos de elección popular, debemos velar por la reconciliación y el trabajo conjunto, al evitar revanchas políticas que pongan en riesgo la legitimidad y el éxito de las políticas públicas encaminadas a corregir las decisiones políticas, que en el pasado, vulneraron los derechos de la población, nuestra estabilidad financiera, la seguridad ciudadana y el desarrollo económico de nuestras comunidades. 

El ánimo de cambio y la convicción de seguir al pie de la letra los principios del movimiento de regeneración nacional son indispensables, como también lo es la planeación inteligente y plural que guíe nuestros esfuerzos durante los próximos años, para lo cual el titular del Poder Ejecutivo del estado debe remitir el Plan Estatal de Desarrollo a la Legislatura del Estado, para su aprobación en un término de 60 días, a partir de la toma de protesta, que se tiene contemplada para el 12 de diciembre.

 El gobernador funge como presidente del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Zacatecas, desde donde tiene la obligación de coadyuvar con los ayuntamientos, con el Congreso, con el Poder Judicial, con los presidentes municipales, con los representantes de las dependencias federales y con la sociedad civil, para formular el Plan Estatal de Desarrollo que nos permitirá trazar objetivos, evaluar la actividad gubernamental y hacer las modificaciones necesarias para cumplir con el propósito general de ofrecer bienestar a las familias zacatecanas. La nueva gobernanza de Zacatecas requiere retomar principios e implementar mecanismos democráticos novedosos y vinculantes, por lo que sería muy importante reforzar figuras como el presupuesto participativo, mediante el cual la ciudadanía decide cómo y en qué se gasta el dinero público. 

En coordinación con el Consejo Estatal de Evaluación, fomentaremos la consolidación de un gobierno abierto y la participación ciudadana, al cumplir estrictamente con la obligación de rendir cuentas a la ciudadanía y hacerlas partícipes de la toma de decisiones, para enmendar y modificar el Plan, con apego a la ley de planeación.

POR DAVID MONREAL
COLABORADOR
@DAVIDMONREALA

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