COLUMNA INVITADA

Pan duro y circo malo

Estamos cansados de una oposición mal pergeñada, a una imposición autárquica de pensamiento único y sin avances efectivos para el desarrollo nacional

OPINIÓN

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Alfredo Ríos Camarena / Columna Invitada / Opinión: El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El tema de la revocación de mandato, como se ha pretendido presentar ante la opinión pública, es totalmente absurdo e inconstitucional, porque la discusión central para votar la ley reglamentaria se concentra en la pregunta que se le hará a la población, si se llegan a juntar las firmas que pone como requisito el articulo 35 constitucional y que serán aproximadamente tres millones.

 Lo paradójico es que estas firmas se van a recabar por los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador para pedir su destitución, que eso es la naturaleza jurídica de la revocación del mandato para evitar esto, requiere dar otro contenido a la pregunta, a efecto de que esta figura de revocación no se convierta en ratificación.

Tendrá un costo de cuatro mil millones de pesos, según lo ha dado a conocer el Instituto Nacional Electoral (INE) y, de ante mano, ya conocemos el resultado.

En el fondo lo que se está manejando es la consolidación de la figura presidencial para impulsar a su candidato a la Presidencia de la Republica en 2024.

Se nos fue el tiempo: consultas a diestra y siniestra, casi todas patito; elecciones intermedias; consulta fracasada sobre los protagonistas políticos del pasado; declaraciones todos los días y una abierta polarización entre los buenos y los malos, los liberales y los conservadores, los ricos y los pobres y hasta los partidarios de Cuauhtémoc o de la tribus tlaxcaltecas apoyadas por Cortés; revisión de la historia; un gran puente de comunicación a través de las mañaneras con la gente; un desarrollo equilibrado de la economía; y, un terrible fracaso frente al crimen organizado y en el manejo de la pandemia. claros y obscuros.

Obra pública limitada: el aeropuerto de Santa Lucía; el Tren Maya; la refinería de Dos Bocas; la construcción del corredor interoceánico que pretende unir al Golfo de México con el Istmo de Tehuantepec; la conclusión de la “Obra Maldita” del Tren de Toluca; y se acabó.

Inversión pública verdaderamente limitada y una inversión extrajera y privada exponencial, que nos mantendrán atados irremisiblemente al carro del neoliberalismo; y el tiempo se nos fue. Ojalá el Presidente reflexione y aproveche los próximos años para darle a México la dimensión que merece y la política pública que requiere.

Estamos cansados del circo de tirios y troyanos; de una oposición mal pergeñada y financiada por la extrema derecha, a una imposición autárquica de pensamiento único, y sin avances efectivos para el desarrollo nacional.

En resumen, ni pan ni circo: pan duro y circo malo.

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA
CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

MAAZ