LÍNEA DIRECTA

A clases

Después de año y medio de suspensión de clases presenciales, el escenario educativo presenta una imagen desastrosa

OPINIÓN

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Ezra Shabot / Línea Directa / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Después de año y medio de suspensión de clases presenciales, el escenario educativo presenta una imagen desastrosa. La improvisación del mecanismo de enseñanza en línea ante la inexistencia de otra opción, fue prácticamente tiempo perdido. Lo que en otro contexto pudo ser un excelente medio para instrumentar un sistema de educación a distancia, en este caso sirvió como un paliativo que no cumplió siquiera con las expectativas esperadas.

Cero aprendizaje, por supuesto que tampoco socialización, y aumento de los niveles de abandono y violencia doméstica fueron los resultados de estas buenas intenciones derivadas de una pandemia que nos tomó por sorpresa y sin estructura organizativa para enfrentarla. La apuesta fue que para septiembre de este año estaríamos ya en pleno declive de contagios y podríamos reabrir las escuelas de manera presencial sin grandes dificultades.

Pero como siempre sucede la realidad complica nuestros planes. La variante Delta y su capacidad de contagio en niños y adolescentes vino a destrozar el plan de retorno a clase. La expresión del Presidente de “llueva truene o relampaguee reabrimos las escuelas en septiembre”, no es más que otra ocurrencia producto del voluntarismo  de aquel que supone que con su palabra y su voluntad se transforma el país.

Las escuelas públicas, muchas de ellas carentes de recursos básicos para la impartición de clases en siglo XXI, e incluso algunas otras saqueadas y sin pupitres, electricidad o agua, no pueden “arriesgar”, utilizando de nuevo el léxico presidencial, a que sea precisamente en las aulas donde se produzca el contagio dado el hecho de que no existe en México vacuna para niños y adolescentes, sino a partir de los 18 años.

El hecho de que los maestros estén vacunados no los exime de la posibilidad de contagio o transmisión con la variante Delta y por ello la posibilidad de reapertura de las escuelas en septiembre tendría que hacerse escuela por escuela, en donde se garantizara el suministro de cubrebocas, la sana distancia y el aseo constante de todos los asistentes a las instalaciones.

Para ello se requiere de una inversión física que ya no se hizo. Abrir las puertas de las escuelas con la improvisación como constante, será jugar a la ruleta rusa con la salud de los niños. La variante Delta nos obliga a cambiar el razonamiento que teníamos sobre las precauciones a tomar frente a los contagios por COVID 19 principalmente en menores de edad.

Es urgente el regreso a clases, pero si no se cuenta con la planificación e infraestructura adecuadas, vamos directo a un repunte epidémico ante el cual no contamos con las defensas adecuadas para enfrentarlo. Así estamos.

POR EZRA SHABOT
EZSHABOT@YAHOO.COM.MX
@EZSHABOT

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