MALOS MODOS

Sobre la lectura. Una reivindicación de Marx Arriaga

Es una sí y otra también: cuando algún compañero de ruta diga una sandez, niega que la dijo, así esas palabras hayan quedado para la posteridad en video

OPINIÓN

·
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Es una sí y otra también: cuando algún compañero de ruta diga una sandez, niega que la dijo, así esas palabras hayan quedado para la posteridad en video.

El último ejemplo lo ofrece Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP, que sí, durante una conferencia para maestros normalistas, dijo que el “mercado”, el capitalismo, pretende asimilar la lectura al mero placer y anestesiar nuestras conciencias al ofrecernos mundos fantasiosos en los que todo es bueno y lindo, en vez de enfrentarnos a realidades complejas y dolorosas que, justamente gracias a la lectura de a de veras, que al parecer es comunitaria y orientada a la revolución, podríamos transformar de una manera súper chida, lejos del individualismo y todas esas ondas tan pinches. Podríamos preguntarnos muchas cosas sobre la conferencia.

De entrada, en dónde compra Arriaga sus libros. Porque si algo sabemos los que leemos es que el mercado busca muchas formas de vender, y que al buscarlas enriquece nuestras posibilidades como lectores. Y es que el mercado ofrece algunos mundos fantasiosos donde todo es bueno, por ejemplo en el ámbito de la autoayuda, con ese voluntarismo insufrible, pero también intenta vender libros sobre el infierno, como los que hablan del crimen organizado o del modo en que lleva la pandemia López-Gatell. Claro que tampoco hay que ponerse tan sutil.

Todos sabemos que las librerías están llenas también de alta literatura, de filosofía chaira y no chaira, de arte, etc. La realidad, que le llaman. Lo otro que podríamos preguntarnos es en qué alternativa al mercado piensa Arriaga. Porque el Estado, cuando lo dejas solito, si a algo tiende es a llenarnos de libros con mundos felices y ajenos la realidad. Libros sobre Utopía, donde todo es feliz, feliz, feliz, y no hay 500 mil muertos por Covid, ni un récord de asesinatos, ni más pobres, ni escasean las medicinas. Pero no hay que hacerse tantas preguntas. Hay que festejar la congruencia de Arriaga.

Pasa que la conferencia no hace concesión al goce. En plan “Esto es mi legado a la humanidad”, va del autoelogio por los libros de texto; a lo de que la derecha quiere quitarle la “rectoría” al Estado en la educación; a Claudio X; a los santos que cuidaban leprosos, y a cómo la sana distancia nos va a hacer más raciclasistas; a, claro, elogios bárbaros al presidente, y al arrebato poético: “Cuando un ciudadano ha olvidado la sensación que produce un amanecer, la brisa del rocío, la sonrisa de una madre al ver los primeros pasos de su hijo, el primer beso …”, dice por ahí. Y ¿saben? La congruencia funciona.

Porque, como exige el autor, uno termina la plática y no puede sino sentir profunda solidaridad con los maestros que tuvieron que recetársela.

POR JULIO PATÁN
JULIOPATAN0909@GMAIL.COM 
@JULIOPATAN09

MAAZ