El Presidente celebró el tercer año de su triunfo electoral en 2018. Sin embargo, faltan cinco meses para que se cumplan tres años de su gestión. Podemos avizorar cómo cerrará la primera mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El balance tiene claroscuros, hay noticias positivas y datos duros que confirman que el país se encuentra de estar en el paraíso de la paz y seguridad. Empecemos por los avances positivos en materia de seguridad.
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Guardia Nacional. Finalmente se está consolidando una fuerza de seguridad verdaderamente nacional. El presidente Peña Nieto le heredó a López Obrador un estado de fuerza de la extinta Policía Federal de menos de 27 mil elementos operativos desplegables. Con el refuerzo de las policías militares y navales, más el reclutamiento en estos dos años y medio, se rebasará la cifra de 100 mil elementos. El ideal es contar con más de 120 mil para proteger fronteras, carreteras, infraestructura y auxiliar a los gobiernos locales.
Prevención y combate al lavado de dinero. Éste es uno de los avances más relevantes de la 4T. Gracias al trabajo de Santiago Nieto, titular de la UIF, y un equipo de menos de 120 servidores públicos, finalmente pusieron a trabajar a esta oficina estratégica para la seguridad de México, para cortar las fuentes de financiamiento de grupos de la delincuencia organizada. Se han dado golpes a organizaciones de tráfico de drogas, trata de personas, así como de tráfico de personas.
Autoridad marítima y puertos. La Semar, además de ser desde el sexenio pasado la Autoridad Marítima Nacional encargada de la seguridad de las administraciones portuarias integrales, también se encuentran a cargo de la administración de las aduanas para reducir los altos niveles de corrupción que se observaron en la época de control de la SCT.
El balance negativo tiene claroscuros, pero debemos señalar los problemas que enfrenta esta administración.
Violencia. La pandemia dio una tregua a la oleada de inseguridad que vive el país desde el sexenio de Enrique Peña Nieto. Lamentablemente observamos el aumento de las estadísticas de homicidios dolosos y delitos de alto impacto desde mayo de este año. El problema para la administración federal es que al menos 80% de estos delitos deben ser prevenidos, investigados y sancionados por los gobiernos estatales. Aquí ha fallado la comunicación gubernamental federal.
Coordinación con autoridades estatales. Existe mucha desconfianza entre las instituciones federales y estatales que forman parte de las mesas de coordinación para la construcción de la paz. México tiene federalizadas las responsabilidades en materia de seguridad pública, no es responsabilidad absoluta del gobierno de la República esta coordinación.
Agenda estratégica: Las universidades públicas y privadas del país deben estar atentas de golpes autoritarios como el que dio el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, a la UDLAP. La comunidad universitaria exigimos la salida de la policía de Puebla de las instalaciones de la UDLAP.
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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@GERODRIGUEZSL
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