COLUMNA INVITADA

“Renovando el mundo”

Esto tiene un impacto negativo en sectores que son cruciales para muchas economías, como el turismo, el transporte y la pesca

OPINIÓN

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Luis David Fernández Araya/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México Créditos: Foto: Especial

El consumo excesivo de estos productos y la mala gestión de los residuos plásticos son una amenaza creciente, que provoca el desbordamiento de los vertederos, obstruye el flujo de los ríos y pone en peligro los ecosistemas marinos.

Esto tiene un impacto negativo en sectores que son cruciales para muchas economías, como el turismo, el transporte y la pesca.

Los sectores público y privado se están uniendo para realinear las prioridades, replantear los enfoques y cambiar la mentalidad para ver al plástico como un recurso valioso y una oportunidad de negocios en lugar de un residuo.

Estos esfuerzos han dado lugar a plataformas público-privadas, como la alianza público-privada de Tailandia para la gestión de plásticos y desechos, la Alianza para Promover la Gestión Sostenible del Plástico en Malasia y la Alianza de Filipinas para el Reciclaje y la Sostenibilidad de los Materiales.

Pero es necesario hacer más.

En estudios del Grupo Banco Mundial se plantea que modelos como la reutilización y el relleno se encuentran en una etapa incipiente en estos tres países y que actualmente no son lo suficientemente ampliables como para hacer frente a la magnitud del creciente problema de los desechos plásticos. Los materiales alternativos que se producen a partir de energías renovables en lugar de materias primas basadas en combustibles fósiles siguen siendo un nicho de mercado que aún no cuenta con el respaldo de las normas o la infraestructura locales.

A pesar de la oportunidad de ganar dinero a partir del reciclaje de productos de plástico, varias fallas del mercado limitan la inversión del sector privado. Además, los plásticos vírgenes, más baratos, siguen dificultando la rentabilidad del reciclaje. Las pequeñas y medianas empresas locales, muy afectadas por la COVID-19, no pueden aprovechar la creciente demanda de contenido reciclado por parte de las marcas mundiales.

POR LUIS DAVID FERNÁNDEZ ARAYA
COLABORADOR
@DRLUISDAVIDFER

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