Hasta el 13 de junio, en el país, 52 mil 810 niñas, niños y adolescentes (NNA) habían dado positivo a COVID-19; fallecieron 569, de acuerdo con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.
La situación no ha mejorado. Por el momento no sabemos cuántos casos se han agregado a las cifras anteriores, pero es un hecho que el número de pruebas para NNA ha aumentado drásticamente y es notorio en los módulos donde se ve a madres llevando a sus hijos pequeños a realizarse el hisopado para detectar el virus.
Hablar de un regreso a clases presenciales a nivel nacional para el 30 de agosto alerta al pensar en los datos duros, más cuando nos adentramos al creciente repunte general de contagios ocurridos en las últimas semanas, de los que 60 de cada 100 corresponden a la variante Delta, en CDMX.
Es difícil esperar que para agosto se cuente con las condiciones necesarias que permitan a los estudiantes volver a las aulas, más cuando ya se tuvo una primera experiencia el 7 de junio, que arrojó, hasta donde nos quedamos, ocho casos positivos de alumnos de preescolar, primaria, y secundaria, tanto de escuelas públicas como privadas, acto siguiente se regresó a clases en línea.
Por otro lado, tenemos que los niños y niñas menores de 18 años no están vacunados, lo que los sigue poniendo en riesgo. Países como Estados Unidos y España han declarado que sus estudiantes no regresarán a las aulas hasta que todos estén inmunizados. Suena sensato.
Interactuando con un grupo de WhatsApp, integrado por varias madres y padres de la CDMX, explicaban que no permitirán que sus hijos regresen a clases presenciales el 30 de agosto, ya que no consideran que se cuenten con las medidas de higiene para tal fin, ni que las autoridades capitalinas tengan controlada la ola de contagios, por lo tanto, esperarán más tiempo, sin importar las exigencias del presidente López Obrador o de la propia Secretaría de Educación Pública.
“Nadie más que nosotros decidimos sobre nuestros hijos”, es el mensaje general de esta comunidad de mamás y papás que habitan en diferentes zonas de la capital.
Así que todo se vuelve más complejo, por un lado, es necesario que los alumnos interactúen entre sí y puedan regresar a sus actividades normales, pero por el otro tenemos a especialistas que ven un gran riesgo de contagio en caso de volver a la escuela presencial. La paciencia deberá ser nuestra mejor aliada, nada garantizará que los alumnos regresen a su vida escolar normal ni que sea posible que la pandemia sea controlada, mientras tanto sólo nos queda esperar.
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SINCRONÍA: La Mejoredu presentará la propuesta del Plan de Mejora Continua de Formación y Desarrollo Profesional Docente de mediano plazo, uno de cuyos objetivos es contribuir en la conformación de un sistema integral, articulado y situado en la escuela, que evite la separación entre la formación inicial y la continua.
POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
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