COLUMNA INVITADA

Un faro de luz para desempañar una generación

Seguramente te has preguntado a qué generación perteneces de acuerdo a tu año de nacimiento. ¿Seré millenial o generación X?

OPINIÓN

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Circe Camacho Bastida / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Seguramente te has preguntado a qué generación perteneces de acuerdo a tu año de nacimiento. ¿Seré millenial o generación X? La respuesta a esta interrogante presupone pertenecer a un grupo de edad segmentado por el contexto económico, político y social en el mundo.  

Por supuesto que no es lo mismo haber crecido en lo que se conoce como Edad de Oro del Capitalismo, donde el auge económico y la intervención del Estado sobre la economía consolidaron a una sociedad de consumo, a haber crecido en una época neoliberal donde el Estado se ha minimizado y las oportunidades de una vida digna para la población se han minimizado con él.  

Hoy en día, en las redes sociales el término de generación de cristal ha puesto a la altura de un debate superficial los contrastes generacionales que hay entre los más jóvenes y las personas adultas. Pues el término se ha usado de forma despectiva para referirse a las jóvenes que se ofenden por cualquier cosa.   

Pero el término refiere a características específicas de jóvenes que nacieron después del 2000. La filósofa española Montserrat Nebrera fue quien formuló el término y menciona que ésta es una generación caracterizada por la creciente frustración de sus expectativas, “sobre cuyo futuro se acumulan las crisis de los modelos económicos y la que ha venido luego con la pandemia: [...] la del miedo de las generaciones de sus padres y abuelos. Un miedo que en general no entienden, pero que no les priva de tener los suyos propios. No es un miedo a la muerte, es el miedo a una vida carente de sentido”.  

Y cómo no tener miedo de una vida carente de sentido y estar frustrado ante las expectativas, cuando por ejemplo en México lo que se le ha heredado a esta generación ha sido una oferta laboral precaria con salarios deplorables, una nula capacidad de acceso a una vivienda y jubilación digna, así como una gigantesca deuda como lo es el Fobaproa que involucra a mínimo cuatro generaciones más que la seguirán pagando con sus impuestos.  

Si bien se ha reconocido que la generación de cristal es sensible ante los problemas, esto la convierte en un grupo social que puede capitalizar su miedo y frustración en acciones transformadoras en contra de un futuro incierto y las distintas formas de exclusión social.  

El poder popular es una herramienta para que esta generación accione y no se rompa ante la difícil realidad en la que se encuentra, pues le plantea la solución de problemas comunes en busca de mejorar su calidad de vida a partir de la organización popular. 

La juventud organizada hace temblar cualquier estructura, esta generación de cristal es joven y el poder popular es un faro de luz que podrá desempañar sus problemas comunes. Sólo falta que la luz los alumbre lo bastante para que sepan que ese es el camino.  

POR CIRCE CAMACHO BASTIDA 

COORDINADORA DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO DEL TRABAJO, EN LA I LEGISLATURA DEL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 

TW: @CAMACHOCIRCE 

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