Durante la pandemia la violencia digital tuvo un incremento centrándose en contra de las mujeres en más de un 80%, de acuerdo con datos de organizaciones civiles.
La violencia digital hacia las mujeres y niñas, puede tener diversas manifestaciones todas ellas consisten en la difusión, sin el consentimiento de la víctima, de sus datos personales e imágenes, amenazas, mensajes de odio, difamaciones, acoso, humillación, ataques que afectan la libertad de expresión de las mujeres, entre otras ya sea a través de las redes sociales, existen otros medios digitales empleados como vía para ejercer ciberviolencia en los cuales el anonimato y complejidad de acceso que algunas plataformas digitales ofrecen, son condiciones que utilizan a su favor las personas agresoras.
La violencia digital contra las mujeres y niñas representa un obstáculo para su acceso seguro a las comunicaciones e información digital, genera consecuencias psicológicas, emocionales y sociales para las víctimas y limita el pleno acceso a sus derechos humanos.
En el mundo, la ciberviolencia afecta al 73% de las mujeres según cifras de 2018 de Naciones Unidas; el último estudio de 2020 realizado por la organización Plan Internacional sobre la Violencia Digital durante la pandemia realizada en 20 países muestra que el 58% de mujeres entre 15 y 25 años han sido acosadas en línea. Un 19% ha reducido el uso de las redes sociales y el 12% ha cambiada la manera de expresarse y/o subir imágenes personales. En México, según el INEGI en el módulo sobre ciberacoso 2020, las situaciones experimentadas con mayor frecuencia por parte de la población de mujeres que ha vivido ciberacoso fueron: recibir insinuaciones o propuestas sexuales (35.9%), contacto mediante identidades falsas (33.4%) y recibir mensajes ofensivos (32.8%).
En el 57.8% de los casos de ciberacoso no se identificó a las personas acosadoras, en 24.5% se logró detectar solo a personas conocidas, mientras que en 17.8% se identificó tanto a personas conocidas como a desconocidas. Cuando se logró identificar al menos a un acosador, dicha persona era poco conocida o lo era solo de vista o de poco trato (19.3%); personas cercanas o en quien se pudiera confiar (12.6%), compañeros(as) de clase o trabajo (9.7%), exnovio(a) o expareja (6.4%) y, finalmente, familiares (4.6%); con esto se reflejan patrones que también ocurren en la vida real.
La violencia hacia las mujeres es una lucha histórica que ha sido impulsada por distintas generaciones, para visibilizar la violencia en sus diversas manifestaciones: psicológica, física, sexual, económica, política, entre otras. Por lo que hoy en día la violencia digital hacia las mujeres y las niñas, no puede ser la excepción, toda vez que el mundo digital es una extensión de la vida real; y cada una de las personas que somos usuarias de Internet tenemos la tarea de hacer un uso responsable y libre de violencia, donde no aceptemos ni repliquemos ninguna conducta violenta que vulnere la integridad de las mujeres y las niñas.
POR JESÚS VALENCIA
DELEGADO DE MORENA EN SONORA
@VALENCIA_GUZMAN
PAL