AGENDA LEVANTINA

Escepticismo ante las vacunas

Las teorías de la conspiración han sido desde el inicio, una razón detrás de la desconfianza de algunas personas ante las inmunizaciones

OPINIÓN

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Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En Irak, los médicos han vuelto a advertir del peligroso aumento de enfermos de COVID-19 en las últimas semanas. Desde principios de julio, el número de casos diarios, que fluctuó entre cuatro mil y cinco mil, ahora alcanza ocho mil en promedio. El país se aproxima a la marca de 1.5 millones de infecciones y más de 17 mil 500 muertes. Pero, en las calles de la capital, muchos iraquíes siguen sospechando de la amenaza del COVID-19. La desconfianza en las instituciones y la información falsa determinan el escepticismo.

El fenómeno no es nuevo en la historia de las vacunas; se manifiesta como un continuo que inicia en la duda, refrena la aplicación de las inmunizaciones, y concluye en el rechazo total al tratamiento. La suspicacia en las instituciones también ocurre en Estados Unidos. Se temía que los más reacios a la inmunización fuesen los afroamericanos que recelan del sistema médico, tras décadas de abusos racistas. Pero el fenómeno más visible en encuestas recientes ha sido más bien el amplio escepticismo que existe entre la población evangelista blanca, mayor que casi en cualquier otro sector de la población.

Otro motivo es la religión. En Medio Oriente, como en varios lugares de Latinoamérica, Europa, Estados Unidos, África, en iglesias, mezquitas, sinagogas y otros lugares, abundan ejemplos de asambleas que contribuyen a propagar la enfermedad. En Irán, creyentes siguen reuniéndose en santuarios como el de Qom. En Israel, durante semanas, los barrios ultraortodoxos desdeñaron las restricciones estatales.

Desde luego, las creencias son una fuente inagotable de interpretaciones, de las que no se excluyen las consideraciones políticas y el oportunismo ideológico. Así, según el gobierno de Tanzania, que lleva meses sin publicar datos sobre el coronavirus, el país está “libre de COVID-19”. En una conferencia de prensa, la ministra de Salud presentó una receta de un batido de verduras que según ella protegería contra el coronavirus.

El presidente John Magufuli advirtió, sin proporcionar ninguna evidencia, que las vacunas contra COVID-19 podrían ser dañinas e instó a los tanzanos a usar la inhalación de vapor y medicamentos a base de hierbas en su lugar. Agregó que los tanzanos no deberían ser utilizados como “conejillos de indias”.

Por último, sabemos que las teorías de la conspiración han sido desde el inicio una razón detrás del escepticismo de algunas personas ante las vacunas. Para ellas, la enfermedad tanto como su paliativo son parte de un diseño secreto, construido por fuerzas ocultas que inciden en gobiernos malévolos.

En fin, la reticencia difiere dependiendo de la población estudiada y de factores socioculturales; integrando estos con el trabajo científico, la gobernanza consistente y la comunicación clara, aumentará la confianza en las vacunas y en su proceso de desarrollo.

Por MARTA TAWIL.
INVESTIGADORA DE EL COLMEX
ORBE@ELHERALDODEMEXICO.COM

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