Más allá de los resultados de los comicios del domingo, entre las interrogantes que deja está el futuro del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Ciertamente, hoy por hoy puede decirse que Morena es Andrés Manuel López Obrador, y al revés. "El eje fundamental de Morena es López Obrador", opinó el politólogo Mauricio Merino.
Pero al margen de que sea una agrupación política que todavía gira alrededor de la figura del mandatario y sus triunfos y derrotas del domingo le puedan ser atribuidas al líder, el DNA de Morena incluye genes de unipartidismo y presidencialismo difíciles de olvidar.
Guadalupe Correa y Ricardo Raphael, dos talentosos académicos, unieron fuerzas para presentar un análisis del nacimiento de Morena y una visión de su futuro, durante una reciente mesa redonda auspiciada por el Centro Estados Unidos-México de la Universidad de Rice. Y su panorama, a ser presentado en un próximo libro, es sin duda interesante, seguramente polémico y absolutamente desafiante.
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Ciertamente no hay duda en cuanto a intenciones de un cambio de régimen político, pero ante resistencias y tiempos los analistas lo acotan a un más modesto cambio en el régimen de partidos.
De hecho, cuestionó la premisa de la elección recién concluida. López Obrador promovió el cambio de régimen y la oposición salió a la lucha contra ese cambio. Pero la realidad es que no hay condiciones materiales, entre otras cosas por un Senado en el que no hubo cambio en la correlación de fuerzas.
"No hay condiciones materiales para que ese cambio de régimen se vaya a dar", consideró Raphael, para quien la idea de un cambio de gobierno político implicaría, entre otras cosas, su propia Constitución, su propio equilibrio de poderes y distribución del presupuesto y de las instituciones, consideró Raphael. "Veo muy complicado, honestamente, que (AMLO) lo logre hacer en los años que le quedan", dijo.
Lo que sí, estimó, es la posibilidad de un nuevo régimen de partidos, literalmente emanado de Morena, que en su opinión será usado como "transbordador" por candidatos que ciertamente surgirán del movimiento actual, pero con acompañamiento de las nuevas fuerzas.
Los partidos tradicionales, que no parecen haber logrado definir y superar las causas de su derrota en 2018, serán marginados si continúan sin analizarla y corregirse.
"Si el PAN, el PRI y el PRD siguen por la vía que van, en el 24 están eliminados y el nuevo sistema de partidos va a salir de Morena", dijo Raphael, que sin embargo, hizo otra estimación: Morena "no tiene futuro después de 2024" a menos que López Obrador busque la reelección.
Las formulaciones de los académicos dejan a su vez, dudas respecto al futuro de Morena ponen sobre la mesa la posibilidad ya no de un partido dominante sino una era de coaliciones y hasta de fragmentación política.
Está por verse.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1
MAAZ