SILBATAZO INICIAL

Los Cachirules de 2021…

Viene inevitablemente a mi cabeza este pasaje sombrío, al percatarme de que el aficionado, con el grito homofóbico, puede ser el artífice de otro episodio catastrófico para el Tri

OPINIÓN

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José Eduardo Iga / Silbatazo inicial / Opinión El Heraldo de México

Transcurría, con aparente normalidad, el año de 1988. México había ganado el premundial de la categoría Sub-20, a disputarse en el 89. Nadie vislumbraría que periodistas de aquel entonces destaparían la cloaca y se avecinaría el mayor escándalo hasta la fecha en el futbol mexicano.

Con actas de nacimiento apócrifas, la Federación había logrado engañar a los máximos organismos rectores del balompié, al registrar por lo menos a cuatro jugadores que no daban la edad para participar en ese evento. Concacaf se había percatado de la situación y, tras ello, México había sido sancionado y no podría presentarse en la competencia de selecciones menores.

Y se dio un cinismo inverosímil. La federación trató de defender lo indefendible y apeló la sanción ante el Tribunal de arbitraje deportivo y sólo empeoró la cosa. FIFA vetó a todo el balompié azteca por dos años de cualquier certamen internacional. Lo peor había ocurrido. Nuestro representativo quedó fuera del Mundial de Italia con un Hugo Sánchez en un momento pletórico. Era, quizá, el mejor atacante del orbe, tras conquistar la liga y el Pichichi con el Real Madrid, imponiendo un récord de goles que sólo pudo romper Cristiano Ronaldo en épocas recientes.

Viene inevitablemente a mi cabeza este pasaje sombrío de la historia, al percatarme de que el aficionado, con el llamado grito homofóbico del que tanto se ha hablado en los últimos días, podría ser el artífice de otro episodio catastrófico para el Tri.

Como dijera Ferretti: “En su casa usted pone las reglas, en la mía las pongo yo”. Todavía hay quiénes se han atrevido a defender esta expresión que en cualquier caso lleva un grado de denigración, alegando que es parte del folclor mexicano. Que si FIFA no ha estudiado el contexto, que hay episodios de racismo y otras cuestiones que el mismo órgano no ha sancionado; en esto último estoy de acuerdo. Sin embargo, no busque tres pies al gato. Qué necesidad tiene, si va al estadio, de proferir un insulto como ése, no lo haga. Nos caracterizamos por desarrollar La Ola, un apoyo más que sano a nivel mundial y las porras. Seamos ejemplo. La FIFA ya ha sancionado al futbol mexicano con más de siete millones de pesos de multa y, ahora, no podrá ingresar gente al Azteca en los primeros dos juegos del octagonal. 

De persistir el grito, México podría quedar fuera del Mundial de Qatar, el próximo año, con la mejor generación de la historia, que va de salida, en su gran mayoría, y para la pésima planeación de la liga, quizá sea la última en muchos años. Ojo, está copada de extranjeros y ya no participamos en torneos internacionales de Sudamérica. 

Lo peor está por venir, así que disfrutemos de lo mejorcito de nuestro combinado nacional mientras podamos. No nos convirtamos en los cachirules modernos. Colaboremos para generar un entorno de respeto y disfrutemos del balompié.

POR JOSÉ EDUARDO IGA 

TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN 

TWITTER: @JOSE_IGA

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