En tiempos de polarización es fácil desviar el punto medular de un debate al terreno de las falacias y ataques personales. Si algunos ven el vaso medio vacío, los otros no lo ven lleno, sino que en lugar de vaso ven una paleta de colores. Así es la polarización. La propuesta se pierde en el ruido.
A propósito de la intención presidencial de trasladar la Guardia Nacional orgánicamente a la Secretaría de la Defensa Nacional, opiniones han surgido a favor y en contra.
¿Militarizar o no la seguridad pública? Vale la pena entender qué pasa en el mundo y con ello definir dónde quisiéramos alinear a México.
En días recientes, trascendió que una de las más emblemáticas policías de la región, la Policía Nacional de Colombia, pudiera experimentar cambios relevantes para hacer su funcionamiento plenamente civil.
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La propuesta de reforma, se dice, será presentada el próximo mes de julio al Congreso. Entre otras cosas, se propone un acompañamiento externo en materia de derechos humanos y una apertura más plena al escrutinio de la sociedad civil al trabajo institucional.
La semana pasada, en su sitio personal, el doctor Álvaro Vizcaíno Zamora, ex secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, divulgó un artículo que merece atención. Entre otros aspectos, hace un recuento de algunas de las instituciones de seguridad pública que han dejado atrás el esquema militar.
La Gendarmería Francesa, la más antigua del planeta, migró en el año 2009 de un modelo militar a uno civil, al quedar subordinada al Ministerio del Interior; la Guardia Civil de España tiene una conformación mixta, dependiente de los ministerios del Interior y Defensa, pero es encabezada por una abogada de origen civil, María Gámez, ex concejal de Málaga, primera mujer en encabezar la institución.
El Arma de Carabinieri de Italia depende, a través del Mando General, del Jefe de Estado Mayor de Defensa, por lo que se refiere a los deberes militares, pero funcionalmente del Ministerio del Interior por lo que atañe a las tareas de tutela del orden y la seguridad públicas, desde el año 2000.
Asimismo, tanto la Gendarmería Argentina como el Cuerpo de Carabineros de Chile pasaron de un mando militar al civil en el año 2011, al quedar bajo la estructura orgánica del Ministerio del Interior.
Una de las razones fue cumplir con los principios de derechos humanos propios de los acuerdos internacionales.
En resumen, la tendencia internacional establece una visión civil de la seguridad pública. Estancar la discusión polarizando posturas sobre el particular, no llevará a ningún lado. Corresponderá a los legisladores valorar argumentos a favor y en contra para emitir su voto llegado el momento y, sería deseable, se decanten por una rectoría civil como parece ser el camino trazado por las mejores prácticas en la materia.
El trabajo de nuestras Fuerzas Armadas en pro de la seguridad pública merece pleno reconocimiento. El mejor y más congruente agradecimiento a nuestros soldados, sería fortalecer capacidades civiles que les permitan retomar su misión originaria.
POR MANELICH CASTILLA
COLABORADOR
@MANELICHCC
dza