DESDE AFUERA

EEUU, negros y mexicanos

La frontera entre México y Estados Unidos fue el escenario para dos festejos que por sólo haber ocurrido representan un desafío a las tendencias antiimigrantes y racistas

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El pasado fin de semana, la frontera entre México y Estados Unidos fue el escenario para dos festejos que por sólo haber ocurrido representan un desafío a las tendencias antiimigrantes y racistas.

Mientras el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, copia del libro de Donald Trump para denunciar a los migrantes como invasores y promueve la construcción del interrumpido muro fronterizo, ambas fiestas pusieron de relieve la profundidad y la diversidad de vínculos familiares entre los dos países.

Una es la oportunidad anual de familias separadas por las leyes migratorias de saludarse, hasta abrazarse, aunque sea por minutos. Normalmente se celebra en la frontera entre San Diego y Tijuana, pero esta vez tuvo lugar entre Ciudad Juárez y El Paso.

La otra es el festejo del "juneteenth", que conmemora el anuncio en Texas de la abolición de la esclavitud. Fue el 19 de junio de 1865, meses después del 9 de abril cuando el gobierno Confederado se rindió.

Los esclavos liberados en Texas se esparcieron por los EEUU y su tradición de celebrar el "juneteenth" el 19 de junio se convirtió en una fiesta que fue oficializada la semana pasada en medio de toda una campaña de la derecha estadounidense por reformular la historia estadounidense, y en especial la idea de que la discriminación racial hubiera sido institucionalizada.

El gobernador Abbott representa una tendencia de la derecha, de evitar que los libros de historia hablen de racismo institucional. Pero en Texas, todavía en los 1950s, había bebederos de agua y baños para blancos, separados de los dedicados a negros y mexicanos, los restaurantes texanos prohibían la entrada de perros o mexicanos. O mencionar las ocasionales masacres cometidas por los "Texas Rangers" contra granjeros o mineros mexicanos por exigir sus derechos...

El "juneteenth" se recuerda en México porque fue asilo para esclavos que pudieron huir y cruzar la frontera a un país que con todo y sus problemas había abolido la esclavitud desde la independencia. Igualmente, un grupo de "seminoles negros", esclavos huidos o hijos de esclavos que se unieron a los indios seminoles, huyeron de las reservaciones y se instaló en México, donde fundó el pueblo de "Nacimiento de los Negros" en Coahuila.

El mito predilecto de la derecha estadounidense es que los confederados buscaban separarse de los EEUU para preservar los derechos de los estados, pero no para mantener la esclavitud como una forma de vida; y ahora otro, que el motin del seis de enero en el Capitolio estadounidense fue provocado por operativos del gobierno, como aseguró la cadena Fox, o en todo caso, no fue peor que una visita turística, como alegó el diputado republicano Andrew Clyde.

Por eso los festejos del sábado en la frontera, tan simples y modestos como fueron, son parte de una historia que un sector estadounidense desearía olvidar, si no eliminar, al estilo de "1984" de George Orwell.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

dza