DIPLONOTAS

Las líneas rojas en ciberseguridad

Según el ranking de ciberseguridad elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en el 2018 México ocupaba el lugar 63, de 193 países

OPINIÓN

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Beata Wojna/ Diplonotas / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Si hay algo con lo que deberíamos quedarnos después de la primera visita del presidente de Estados Unidos al extranjero es la relevancia que toma la ciberseguridad en la agenda de los grandes. 

En este viaje a Europa la ciberseguridad dejó de ser solo un punto en las acusaciones dirigidas hacia Rusia por su involucramiento en la manipulación de las elecciones de diferentes países, para convertirse en el eje central de la seguridad nacional. 

En su reunión con el presidente Putin de Rusia, Biden señaló —marcando claramente la línea roja que los rusos no deben sobrepasar— que el ataque cibernético a la infraestructura crítica de Estados Unidos generaría acción inmediata. 

El mandatario estadounidense mencionó que mostró a Putin la lista de unas 16 instalaciones de esta naturaleza que, en caso de ser vulneradas, provocarían una respuesta con “capacidades significativas” dirigidas contra el espacio digital ruso. 

La ciberseguridad fue tratada también en el foro del G7, aunque la más importante es la actitud de la Alianza Atlántica. 

La OTAN ya en el año 2016 definió que un ataque cibernético a alguno de sus miembros podría ser una razón para invocar el artículo cinco del Tratado del Atlántico Norte, es decir podría ser la causa de guerra contra un país que realice tal agresión. 

En la cumbre con Biden, esta importante organización político-militar que desde hace más de siete décadas une a Estados Unidos con Europa, decidió dar un paso más e iniciar la construcción de una nueva política de defensa cibernética, concebida como el corazón de la defensa colectiva. 

Poca repercusión tienen estos temas en México. Sólo los círculos de especialistas y las grandes empresas, sobre todo en el sector bancario y financiero, se ocupan de la problemática. 

El gobierno está ausente en cuanto a las acciones o debates. La primera y única estrategia mexicana de ciberseguridad procede del año 2017. 

La encargada de su implementación fue la Subcomisión de Ciberseguridad, dentro de la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo del Gobierno Electrónico (CIDGE), presidida por la Secretaría de Gobernación. 

Pero la llegada del gobierno de López Obrador trajo cambios. 

Hoy, el CIDGE está bajo la Secretaría de la Función Pública, y parece que la Subcomisión de Ciberseguridad dejó de existir. 

Hay incluso algunos que bromean que la ciberseguridad la manejan ahora en la Comisión Federal de Electricidad que realiza el programa de “Internet para Todos”, como parte de la Estrategia Digital Nacional. 

Según el ranking de ciberseguridad elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en el 2018 México ocupaba el lugar 63, de 193 países, situándose en el grupo de los países con “medio nivel de compromiso”. 

Entre los más avanzados estaban el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Lituania, Estonia. En una semana la UIT publicará el nuevo informe sobre el desempeño de los países en este ámbito. Desafortunadamente, es poco probable que México mejore sus resultados.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES EN EL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA

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