COLUMNA INVITADA

La clase media sí es aspiracionista

Este sector de la población hizo sentir su fuerza electoral, sobre todo, en la capital del país

OPINIÓN

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Héctor Serrano/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Después de cualquier proceso electoral viene siempre el recuento de los daños, sobre todo para los perdedores, pues tratan de darle una explicación a sus derrotas. En el mejor de los casos, realizan procesos de introspección que les ayudan a corregir errores, mientras que la mayoría de las veces, sólo alcanzan a esbozar una serie de justificaciones que, a su parecer, los alejan de su responsabilidad.

En esta columna se anticipó que Morena ganaría la mayoría en la Cámara de Diputados, así como de las gubernaturas en juego, pero también se mencionó un factor que sería decisivo en la obtención de triunfos importantes para la oposición: la clase media, la cual no sólo sufragó, también se convirtió en promotora activa del voto de castigo en contra del actual gobierno.

Este sector de la población hizo sentir su fuerza electoral, sobre todo en la capital del país, donde Morena perdió nueve de las 16 alcaldías en disputa. Las encuestas fallaron una vez más, si bien algunas de ellas predecían el crecimiento de la oposición y elecciones competidas en distintas zonas, ninguna mencionó los porcentajes reales con los que la oposición obtuvo sus triunfos, en algunos casos con más de 20 puntos de diferencia.

El 6 de junio la clase media salió a votar con convicción, pero también con miedo; tiene el temor de que el actual gobierno sea incapaz de crear las condiciones adecuadas para que pueda conservar su estilo de vida, pero ese temor no fue sembrado por la manipulación de los medios de comunicación o de los partidos de oposición, ese temor nació y creció con las declaraciones presidenciales.

Los temores de la clase media se vieron exaltados sólo un par de días después de la jornada electoral con el análisis de los resultados electorales hecho por el Presidente de la República, quien los llamó, entre otras cosas, aspiracionistas, egoístas y manipulables. La ruptura quedó sellada y no habrá marcha atrás, la clase media dejará de acompañar a Morena en las siguientes elecciones.

El Presidente tiene razón en algo, la clase media sí es aspiracionista: aspira a seguir viviendo como hasta ahora, en una casa o departamento del cual sigue pagando el crédito; a seguir realizando el esfuerzo de llevar a sus hijos a colegios privados para que puedan tener una mejor calidad de vida; quiere seguir pudiendo ahorrar durante todo el año para salir de vacaciones en verano; anhela que las condiciones económicas del país mejoren para comer los fines de semana en su restaurante favorito.

Se equivocan quienes la hacen parecer como el enemigo a vencer; el verdadero peligro para este país es la desigualdad y la pobreza, las cuales sólo pueden combatirse con el crecimiento de la clase media, a eso aspiran los países de primer mundo, a crear las condiciones adecuadas para que las personas puedan seguir siendo aspiracionistas, a eso debería aspirar nuestro gobierno.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR

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