COLUMNA INVITADA

El 55 aniversario del Plan DN-III-E

Establece los lineamientos generales para el auxilio de la población en casos de desastre

OPINIÓN

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El pasado 17 de junio se celebró el aniversario número 55 del Plan DN-III-E. El Plan establece los lineamientos generales para el auxilio de la población en casos de desastre. Su origen se remonta a 1965, cuando el Gral. Marcelino García Barragán ordenó la revisión y actualización del Plan de Defensa Nacional para definir las acciones estratégicas para reaccionar frente a posibles agresiones del exterior, desastres y otras eventualidades que perturbaran el país. El 18 de septiembre de ese mismo año se incorporó el Plan de Auxilio a la población civil como el anexo ‘E’ del Plan de Defensa Nacional III, motivo por el cual se conoce hasta hoy con esa denominación. La primera vez que se aplicó el Plan DN-III-E fue el 10 de octubre de 1966 por el impacto del huracán ‘Inés’ en Tamaulipas y Veracruz.

La conmemoración es relevante ya que antes de su creación el gobierno carecía de algún mecanismo para responder a las necesidades de la ciudadanía ante un desastre natural. Durante 20 años el Ejército fue la única institución del Estado mexicano para brindar protección civil a la población. Tras el sismo del 85, se creó el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) en 1986.

El Plan DN-III-E comprende cinco acciones generales; la búsqueda y rescate, la evacuación de comunidades, la administración de albergues, la seguridad y vigilancia de áreas y las recomendaciones a la población. Asimismo, se lleva a cabo en tres fases, preventiva, auxilio y recuperación. La Fase de Prevención comprende la preparación de las medidas para controlar el riesgo y para evitar o mitigar el impacto destructivo de los desastres sobre la población y sus bienes. La Fase de Auxilio son aquellas acciones destinadas a salvaguardar la vida de las personas, sus bienes, los servicios públicos y el medio ambiente ante la presencia de un agente destructivo. La Fase de Recuperación, se refiere al proceso de la reconstrucción y mejoramiento del sistema afectado por el desastre, así como a la reducción del riesgo y la magnitud de los desastres futuros.

En Plan no se aplica únicamente en los desastres naturales. Durante la pandemia, el Ejército Mexicano ha tenido una participación relevante en la aplicación del Plan DN-III-E para complementar todas las capacidades del sistema de salud en el territorio nacional. Desde el 27 de marzo de 2020 brindan auxilio a la población civil mediante las tres fases del plan, adaptadas al caso de la contingencia sanitaria. Además, el Ejército ha apoyado en la distribución de equipo y medicamento especializado, en la implementación de un sistema logístico para la distribución y concentración de insumos médicos, en la preparación de instalaciones hospitalarias, en la contratación y capacitación de profesionales de la salud, en la adecuación e instalación de hospitales provisionales, proporcionando seguridad a las instalaciones y hospitales del IMSS y también se han encargado de la distribución de vacunas en el país.

A diferencia de los detractores de la institución que argumentan que sólo están preparados para la guerra, el Plan DN-III-E es una muestra de que el Ejército Mexicano puede desarrollar otro tipo de capacidades.

POR ARTURO ÁVILA ANAYA

PRESIDENTE IBN/B ANALITYCS Y EXPERTO EN SEGURIDAD NACIONAL POR HARVARD (NIS)

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