COLUMNA INVITADA

Recuperar la confianza

Después de la debacle económica de 2020, la economía del país crecerá este año alrededor de 5%

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En términos económicos, la primera mitad del sexenio del gobierno en turno no ha sido buena. La economía decreció marginalmente en 2019 y en 2020, ante la catástrofe económica mundial, la economía se desplomó y durante el presente año se está recuperando, pero no lo equivalente a la caída del año pasado. De cumplirse el pronóstico de la OCDE de 5%, la economía nacional estaría a 4.5% por debajo del nivel de 2018.

Estamos ante una recuperación económica tremendamente desigual. Después de la debacle económica del año pasado, la economía del país crecerá este año alrededor del 5%, pero este crecimiento no llegará a todas las zonas del país de la misma manera. Por un lado, las regiones exportadoras del Bajío y Norte del país atraviesan un mini “boom” económico por el aumento de la demanda en Estados Unidos. Por otro lado, en el centro del país, y en particular el Valle de México, la economía sigue en un mal estado. La Ciudad de México fue de las entidades más afectadas y es la entidad con el mayor aumento en la proporción de la población con ingresos laborales inferiores al costo de la canasta alimentaria. El empleo formal se encuentra aún muy lejos de los niveles pre pandémicos y desaparecieron miles de empresas. Más allá de la capital del país, los estados como Quintana Roo y Baja California Sur, que dependen del turismo extranjero, aún están muy lejos de estar recuperados.

Para salir de esta situación y encaminar al país a un crecimiento económico sostenido la inversión pública y privada es fundamental. Los niveles de inversión distan mucho de lo que necesitamos. Y la que hay, está concentrada en los sectores y regiones que ya son más dinámicos. Para fomentarla la inversión privada es elemental generar un ambiente de estabilidad y crear mecanismos de cooperación entre el sector público y el sector privado.

Por unas horas de la semana pasada parecía que íbamos por este camino. En la reunión que sostuvo el presidente con los empresarios más grandes del país el pasado jueves, parecía que durante la segunda mitad del sexenio tendríamos un presidente de la República conciliador y que dejaría atrás la confrontación constante.

Pero parece haber sido una breve ilusión. Al día siguiente volvió el presidente confrontador y antagónico que hemos conocido estos tres primeros años. Lanzó su diatriba contra la clase media tachándola de egoísta y “aspiracionista” y de ahí, no ha parado. Mientras sus delfines se dan hasta con la cubeta en un proceso de sucesión presidencial totalmente desatado, el presidente vuelve a usar la tribuna para dividir al país entre buenos y malos.

Es cierto lo que dice el Financial Times, el presidente ha logrado mantener la estabilidad social a diferencia del resto de los países de América Latina, lo que no es cualquier cosa. Pero en términos económicos, como lo comenté en esta columna, nuestra competencia no es Brasil, Colombia o Chile. Es el sur de Estados Unidos. Ojalá el presidente que asistió a la reunión con los empresarios la semana pasada empiece a ir a las mañaneras.

Por JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA
COLABORADOR
@JORGEACAS

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