ASÍ LO VEO YO

Terminó -por ahora- la era Netanyahu

Este domingo 13 de junio, cuando el Parlamento israelí (Kneset) votó a favor de la coalición de cambio encabezada por el nuevo Primer Ministro Naftali Bennett

OPINIÓN

·
Jana Beris / Así lo veo yo / Opinión El Heraldo de México

Este domingo 13 de junio, cuando el Parlamento israelí (Kneset) votó a favor de la coalición de cambio encabezada por el nuevo Primer Ministro Naftali Bennett, llegó a su fin un período de 12 años consecutivos de Benjamin Netanyahu en el poder. Este político al que sus seguidores llamaron durante años “el mago” por su habilidad política, perdió finalmente la posibilidad de seguir al frente del gobierno, por una serie de errores que ya no pudo corregir.

Y debió irse. Por ahora…

En una rueda de prensa virtual, el Dr. Guy Ben-Porat, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Ben Gurion de Beer Sheba, trazó un perfil de Netanyahu:

“Entró a la política como un político neo-conservador. Fue uno de los primeros que llegó con una agenda muy concreta de economía liberal y al mismo tiempo de posturas de halcón”, señaló. “Es un político muy inteligente, con ideología. Mucho de eso se perdió en los últimos 12 años, por su personalidad y porque está ya demasiado tiempo en el poder. Estuvo dispuesto a ir demasiado lejos para garantizar sus victorias”.

Y agregó, aclarando previamente que él no comulga con Netanyahu: “Su peor problema es que está dispuesto a todo para ganar. Algunos dirán que ese es su fuerte. Yo lo veo como algo moralmente problemático”.

Por otra parte, destacó que “tomó algunas decisiones correctas en el tema del COVID-19, demostró que su opción de concentrar toda la energía en las vacunas era la apropiada, y con eso hizo posible que salgamos de la pandemia”.

Responsabilidad y pragmatismo

Un campo en el que cabe destacar positivamente el comportamiento de Netanyahu es el de la seguridad. Entró a la política prometiendo derribar a Hamas del poder en Gaza-y los propios israelíes discuten acerca de si eso debería haberse hecho o no -y actuó todos los últimos años con gran cautela en cuanto a operativos militares. 

En el tema palestino, se ahondó profundamente la desconfianza mutua entre él y el Presidente Mahmud Abbas. Pero aunque hoy parece imposible resolver el conflicto con los palestinos-y cada parte aporta sus obstáculos- cabe recordar que Netanyahu fue sumamente pragmático. En su momento se reunió  con Yasser Arafat, firmó con él el acuerdo de Wye Plantation y entregó 4/5 de la ciudad de los Patriarcas, Hebron, a control palestino. Luego pronunció el famoso discurso de Bar Ilan en el que habló de la fórmula de “dos Estados para dos pueblos”, dando a entender que en principio acepta, si hay paz verdadera, la noción de un Estado palestino independiente.

Pero desde entonces, las relaciones con los palestinos se deterioraron seriamente.

El desafío iraní

En el tema de Irán,  el propio Netanyahu presenta el resultado de su política como mucho más exitoso de lo que realmente ha sido. Es cierto que no tuvo reparos en atacar blancos iraníes en Siria, logrando demorar su instalación en dicho país, y cabe suponer que varios ataques “misteriosos” a distintas instalaciones del proyecto nuclear iraní son obra del Mossad ordenadas por él. Pero el hecho es que cuando él presionó al entonces Presidente de Estados Unidos Donald Trump a retirarse del acuerdo nuclear con Irán que había firmado su antecesor Barack Obama, Irán tenía en su poder 30 kilos de uranio enriquecido, y hoy tiene casi 3 toneladas.

Divisivo

La Dra. Gaiyl Talshir, catedrática del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalem, analiza puntos muy problemáticos en el primer ministro saliente. 

“El problema central es que Netanyahu transformó el escenario ideológico israelí. Hizo todo lo que pudo para quitar legitimidad a los árabes israelíes, a la izquierda, a la oposición”, analizó. Ello se tornó especialmente notorio a raíz de su imputación por sospecha de corrupción. 

“Vemos su perspectiva en cómo los haredim (ultraortodoxos) y el Sionismo Religioso hablan de esta nueva coalición, diciendo que es anti judía, una desgracia para el pueblo judío, un lenguaje que antes no oíamos. Y eso es por la alianza política que Netanyahu hizo con quienes identificó como aliados naturales. Y esto ha hecho un gran daño a la política israelí”.

Esta catedrática agrega: “Especialmente en los últimos 3 años, se creó una seria grieta entre derecha e izquierda, al poner Netanyahu en duda las instituciones democráticas de Israel, la oposición, los medios de comunicación públicos, las instituciones que deben hacer cumplir la ley, los jueces. Los presentó como izquierdistas opuestos a él. Al presentar a esas instituciones como ´anti Bibi´ causó un daño a largo plazo, y eso no desaparece aunque él ya no sea Primer Ministro”.

Netanyahu no ha desaparecido. Será un duro jefe de oposición y ya ha anunciado que trabajará duramente, todos los días, para sustituir al gobierno actual. “Volveremos pronto”, aseguró.

POR JANA BERIS
PERIODISTA

MAAZ