COLUMNA INVITADA

La dignidad de la clase media

Los gobiernos anteriores no crearon a la clase media: ese fue un triunfo de las propias personas

OPINIÓN

·
Guillermo Lerdo de Tejada / Columna Editorial / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Durante décadas, desde mediados del siglo pasado, uno de los grandes éxitos de México fue la creación de un cada vez más amplio sector de clases medias. Sin duda, puede argumentarse que la desigualdad persiste y se ha exacerbado, pero lo cierto es que en números absolutos millones de mexicanos han logrado en décadas recientes salir de la pobreza, y mejorar su calidad de vida robusteciendo los sectores de ingresos medios.

No hay ninguna vergüenza en este anhelo; al contrario, hay incontables motivos de orgullo en las múltiples formas de esfuerzo detrás de la movilidad social, como estudiar para obtener conocimientos especializados que permitan acceder a un mejor empleo, trabajar con honestidad para ascender en una compañía, o abrir un pequeño negocio y lograr independencia económica.

Tampoco hay nada de inmoral en los resultados de estos esfuerzos. Adquirir un crédito para una casa propia y formar un patrimonio; tener ahorros que permitan afrontar dificultades; ir a restaurantes o de vacaciones; acceder a servicios privados (como salud o educación), entre otras cosas, son aspiraciones legítimas que lejos de ser censuradas deberían ser promovidas.

Tampoco hay egoísmo en este modelo. De hecho, a medida que las clases medias crecen, benefician al país en su conjunto. Por un lado, mediante su trabajo y su consumo representan uno de los principales motores para el crecimiento económico y la creación de nuevos empleos. Por el otro lado, las clases medias se han politizado, se han vuelto crecientemente críticas y activistas, hasta convertirse en las grandes impulsoras de causas como la democracia o los derechos humanos, no sólo mediante su voto, sino a través de su participación en ONGs, la academia, los medios. Esto ha sido posible porsu mayor acceso a información y educación, pero también porque su condición económica las hace independientes del clientelismo gubernamental y sus presiones.

Es por todo esto que las clases medias se han convertido en el nuevo enemigo del lopezobradorismo: porque gracias a su autonomía económica, y por tanto política, el régimen no puede comprar con dádivas a la clase media. Porque es un segmento informado y crítico, al que no es tan fácil manipular con propaganda ni “otros datos”. Porque está acostumbrada a exigir a sus gobernantes y a usar su voto y su voz para castigarlos o premiarlos por su trabajo. Porque es una clase a la que le ha costado mucho superar la pobreza, y no está dispuesta regresar a ella por seguir a un líder.

Los gobiernos anteriores no crearon a la clase media: ese fue un triunfo de las propias personas con su esfuerzo; pero sí crearon las condiciones para que ésta floreciera (acceso a educación y salud; una economía de mercado y la apertura comercial, etc.). Este gobierno no sólo no la fomenta, sino que la desprecia y ahora la ataca. No han leído bien nuestra historia reciente. Hay mucha dignidad en la clase media.

POR GUILLERMO LERDO DE TEJADA SERVITJE
DIPUTADO CIUDADANO EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
@GUILLERMOLERDO

PAL