ORBITANDO

Bukele, en plan desafiante

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, entró en un remolino político que lo puede consolidar como otro líder populista en Latinoamérica

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, entró en un remolino político que lo puede consolidar como otro líder populista en Latinoamérica, de esos que les gusta controlar todas las esferas del poder, o llevarlo a una precipitada caída en los primeros dos años de su gobierno.

El problema de Bukele no es la diezmada oposición salvadoreña, sino el enojo de Estados Unidos, que a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, manifestó su extrañeza por la remoción de cinco magistrados y el Fiscal general del país centroamericano, Raúl Ernesto Melara.

Los despidos se consumaron tras la instalación del nuevo Congreso, ahora controlado por el partido Nuevas Ideas –creado por el Presidente y dirigido por su primo Xavier Zablah Bukele–, pero también fueron la gota que derramó el vaso en el plano internacional.

La misma vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, expresó que EU debe de responder ante esas destituciones en El Salvador y que “la independencia judicial es crítica para la salud de una democracia y para tener una economía fuerte”.

La OEA, auspiciada en buena medida por EU, también manifestó su rechazo, al igual que Naciones Unidas y la Unión Europea, censuraron las declaraciones de Bukele, quien prendió el fuego en Twitter al señalar que “se está limpiando la casa y no es de su incumbencia”.

Estaba cantado que, tras tomar el control legislativo, el mandatario iba lanzarse con toda su fuerza contra el poder judicial y con lo que queda del anterior Parlamento, con el que se enfrentó primero por el bloqueo de un préstamo de 109 millones de dólares para enfrentar a las pandillas o maras dentro del Plan de Control Territorial.

Luego se dieron los choques por una serie de acciones impositivas de Bukele para combatir la pandemia del COVID-19, frenadas por la Corte Suprema. Entre ellas destacaron la ampliación de confinamientos y la posibilidad de una reapertura económica que limitara el daño contra empresarios y trabajadores.

En su pleito con EU Bukele, un asiduo usuario de Twitter, rechazó reunirse con Ricardo Zúñiga, enviado estadounidense para lidiar con los países del Triángulo Norte. Pero al mandatario salvadoreño no le pareció adecuado que incluyeran a su nación en ese grupo y decidió mejor hacerle el feo. 

El presidente Joe Biden anunció una ayuda de cuatro mil millones de dólares para tratar de frenar los flujos migratorios del Triángulo Norte, pero esa decisión abrió otro frente a Bukele, esta vez con la legisladora estadounidense Norma Torres, de origen guatemalteco, quien confundió el origen de una niña migrante ecuatoriana al considerarla centroamericana. Para ser breve, Bukele la destrozó vía Twitter.

Tuvo que salir el Caucus hispano a defender a Torres.  Aunque el miedo no anda en burro, el gobierno de El Salvador contrató recientemente a un exdiplomático demócrata de alto rango, Tom Shannon, para mejorar sus relaciones con la Casa Blanca. El contrato asciende a 1.2 millones de dólares. 

A ver si no le resulta demasiado tarde para frenar el enojo de la administración Biden, contra un populista que se siente envalentonado por el aparente respaldo de las mayorías. ¿Le suena?

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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