SIN ROLLOS

Consuelo de pobres

Viene una especie de examen extraordinario para alumnos de lento aprendizaje y mucho entusiasmo, para seguir contendiendo en un torneo que no van a ganar

OPINIÓN

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Jorge Murrieta / Sin Rollos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Llegamos a esa fase del torneo tan atípica como interesante, que bien podría ser firmada tras una novela trasnochada por algún opiómano existencialista alucinado.

Consuelo de pobres el tal repechaje. Es raro nuestro torneo. Tiene sus convenciones y su idiosincrasia. Sus pros y sus contras. No es una liga para todos porque no cualquiera le da el golpe. Cuando no raya en lo ridículo —¿cómo está eso de que 12 pueden ser campeones?— puede ofrecer partidos sólidos, dinámicos, profundos y bien jugados.

Tiene equipos que, como el Cruz Azul y los Tigres o el Monterrey, priorizan el orden. O aquellos que apelan a lo que todo buen aficionado pide: el buen trato de la pelota. León y Puebla se destacan en ese rubro. Toluca, Atlas y Santos buscan amigarse con el balón, pero también rompen a 100 por hora cuando el vértigo del partido demanda “morder”, hacer presión alta, recuperar arriba, ejercer el pressing y todos esos terminajos con que los técnicos se llenan la boca para explicarnos el triste juego a los mortales... como nosotros.

La excelencia no está garantizada en la liga mexicana, pero sí la emoción. Al aficionado de a pie no le molesta que le endilguen una semana más de partidos. Y a los 17 de la fase regular, le agregan el llamado repechaje, una especie de examen extraordinario para alumnos de lento aprendizaje y mucho entusiasmo para seguir contendiendo en un torneo que NO van a ganar, pues de los que hicieron la tarea, por lo menos dos tienen la etiqueta de favoritos y con mucha certeza alzarán la Copa (léase América y Cruz Azul).

La repesca, repechaje, reclasificación o como guste llamarle, arranca el próximo sábado a las 7 de la tarde cuando el Atlas reciba la visita de los alicaídos Tigres. De pronóstico reservado pinta el cotejo entre felinos y rojinegros, pues si bien el Atlas tuvo un mejor torneo, el equipo del Tuca tiene las individualidades suficientes para darle vuelta a cualquier marcador. Será, probablemente, el último partido dirigido por Ferretti, quien se eternizó en el banco regio porque no hubo poder humano, en 10 años, que se atreviera, ya no digamos a corregirle plana, sino apenas a cambiarle una letra. Con algunos títulos a cuestas (todos con planteles de lujo), el brasileño malhumorado dejará a los Tigres cuando al equipo se le acabe la gasolina en el torneo.

A las 9 de la noche, también el sábado, el Santos de La Laguna le hará los honores al desbalagado Querétaro (con mucho el rival más débil). No debe tener problema el cuadro que dirige Guillermo Almada en despachar con cierto desahogo a un equipo queretano que lucha, corre, suda y mete la pierna, pero cuyo futbol no deberá alcanzar para meterse entre los primeros ocho, aunque en nuestro querido futbol uno no debe asegurar nunca nada. Habrá que marcar a Santos como claro favorito para decantar el partido a su favor. Cabe destacar que el repechaje se juega a un solo partido. Una buena teníamos que darle a los brillantes directivos.

En duelo francamente parejo, dada la irregularidad del torneo de ambos, León y Toluca chocan el domingo a las 7 en la casa de los Panzas Verdes. Dos equipos con propuestas similares. Futbol cadencioso, futbolistas de muy buen pie (Montes, Sambueza), dinámica y un campeón de goleo en la figura del argentino Alexis Canelo, quien se destapó con 11 goles para los choriceros. Es un hecho que finalizada la participación de La Fiera, Ambriz dejará las riendas de un equipo al que hizo jugar de manera soberbia en varias temporadas. Este detalle puede jugar a favor del Toluca, sobre todo en la parte anímica.

Pachuca y Guadalajara ni fu ni fa, pero ahí están. Los Tuzos hicieron un torneo bastante mediano; nadaron de a muertito y llegaron a instalarse en el repechaje sin mayor esfuerzo.

Tristemente existe la moda en el futbol mexicano de “pobretear” a las Chivas sólo porque juegan con mexicanos, cuando debería exigírseles igual que al América. Bajo la rácana dirección técnica del empolvado Víctor Manuel Vucetich (que hace 146 años no gana nada), el Rebaño intentará colarse entre los ocho, aunque en lo futbolístico, poco podrán ofrecer en la Liguilla. Y si califican o no, créanme, da exactamente lo mismo.

Por cierto, tanto que anduvo pidiendo chichi el valentón Tomás Boy en la tele. ¿Y para qué? No pasó nada con las Chivas y recién le dieron las gracias en Mazatlán. Tomás, hay que leer y actualizarse. Ciao...

POR JORGE MURRIETA
@JORATLA

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