MISIÓN ESPECIAL

Cuidando la casa y el planeta II

En la Cumbre sobre Cambio Climático, a celebrarse en Glasgow, en noviembre, se espera una posición de México más ambiciosa. No defraudemos

OPINIÓN

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Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

México es uno de los países más afectados por el cambio climático. Las metas de reducción de emisiones que hemos presentado no son suficientes. Cuidemos nuestra casa mitigando y adaptando.

La lucha contra el cambio climático se ha convertido en uno de los asuntos centrales de la agenda mundial y de seguridad nacional en varios países. De continuar las tendencias de calentamiento global, habría países que desaparecerían engullidos por los océanos. Otros, como México, nos veremos muy afectados por fenómenos como la desertificación creciente.

Del 1 al 12 de noviembre de 2021, se celebrará en Glasgow, Escocia, la COP26 de los Estados parte de la Convención Marco sobre Cambio Climático, adoptada en 1992.

La Convención prevé dos tipos de acciones para combatir el cambio climático: por un lado, la disminución en la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) , a fin de impedir que el calentamiento global aumente más de 1,5 o 2 grados centígrados máximo y, por otro, medidas de adaptación al cambio.

Los países asumieron “responsabilidades compartidas, pero diferenciadas” en la instrumentación de ambas acciones. ¿Qué quiere decir esto? Que los países desarrollados tienen que adoptar medidas más drásticas en la reducción de emisiones GEI y contribuir a financiar tanto la mitigación como la adaptación en los países en desarrollo. Hasta ahora no han cumplido.

A partir del Acuerdo de París, adoptado en 2015, los países indicaron sus compromisos de mitigación y sus planes de adaptación para 2030-2050, que se evalúan cada cinco años. México sometió su propuesta o Contribución Delimitada a Nivel Nacional (NDC). ¿Cuál es? La misma de 2015: reducir 22% sus emisiones y hasta 51% de carbono negro al 2030, en comparación con la tendencia prevista en años anteriores. Eso lo haría sin cooperación internacional, o bien, reducir 36% de emisiones de GEI y 70% de carbono negro, si cuenta con financiamiento internacional.

El problema, es que en los cálculos mexicanos se elevaron las cifras de emisiones de GEI estimadas para 2030, lo que, en la práctica, significa que México, en lugar de incrementar sus ambiciones en materia de mitigación, las disminuyó. Ello significó una decepción para muchos que esperaban un mayor compromiso de México en la lucha contra el cambio climático.

Nuestros socios, EU y Canadá, algunos europeos, y China y Japón, encabezan un esfuerzo para llegar a Glasgow con nuevas propuestas más ambiciosas hasta lograr que en 2050 haya cero emisiones. Ello va a implicar la transformación de sus economías y modelos de producción, incluso, de los sectores energético y automotriz, pilares industriales de México.

No nos debemos quedar atrás. Hay que ir a Glasgow con una propuesta actualizada y más ambiciosa. Este tema debería ser central en el próximo encuentro del presidente López Obrador y la vicepresidenta Harris. Sembrar árboles, modernizar las hidroeléctricas y limitar la producción de crudo son medidas que forman parte de la solución, pero no son suficientes.

POR MARTHA BÁRCENA COQUI

MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM 

@MARTHA_BARCENA

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