LA ENCERRONA

Conflicto centenario

Las sociedades palestina e israelí seguirán padeciendo las tercas decisiones de sus gobernantes

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“La guerra no es un fenómeno independiente, sino la continuación de la política por diferentes medios”. Carl von Clausewitz.

Hablar del conflicto entre el Estado de Israel y Palestina sería necesario remontarnos un siglo atrás, cuando el pueblo israelí aún no tenía un territorio y, mucho menos, una nación establecida. Mientras que, del lado palestino, en aquellos días eran protegidos por la Gran Bretaña a petición de la otrora Liga de las Naciones. Es decir, este conflicto centenario involucra a los países de la región del Medio Oriente y, también, trastoca los intereses de otras naciones en distintas latitudes, como Estados Unidos, pues fue el precursor dentro de la ONU para la formación de este estado judío en 1948 y funge como su principal patrocinador.

Esta pugna es eminentemente religiosa y por el control del territorio. Palestina, un estado-nación posterior a que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) declarara de forma unilateral su independencia, sin embargo sólo cuenta con reconocimiento limitado por parte de la comunidad internacional. El reclamo de la sociedad palestina es para que los israelíes reconozcan su religión, su territorio y la desocupación. Por su parte, Israel comparte los mismos reclamos, aludiendo que son “el pueblo elegido por Dios” y por designio divino le corresponde el territorio, la lengua (hebrea) y el territorio.

El estallamiento actual se dio desde el 10 de mayo en un intercambio cruento de ataques aéreos entre las Fuerzas de Defensa Israelí y el grupo militar palestino, Hamás. Docenas de bombardeos se han dado en la Franja de Gaza, dejando más de 200 muertos, entre ellos  58 niños y 34 mujeres, y centenares de heridos y miles de desplazados. En Israel, la suma es de 10 muertes, entre ellos dos niños y un soldado. El sábado pasado las FDI bombardearon y derribó el edificio que albergan a dos importantes cadenas de noticias, Associated Press y de la cadena de televisión catarí Al Jazeera, causando -aún más- el descontento internacional.

Ante esta lucha, el secretario General de la ONU, António Guterres, ha ordenado el cese inmediato al fuego, y en reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, hizo un llamado de paz “para que no estallara una crisis de seguridad y humanitaria incontenible, que fomentaría aún más el extremismo en Israel, los territorios palestinos y la región en general”. Sin embargo, no tiene la fuerza necesaria para ser quien termine con este enfrentamiento, y los comentarios de Guterres se han visto sólo como “llamadas a misa”, tal como se lo hizo saber el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien comentó que no se detendrá hasta conseguir la victoria.

Así pues, las sociedades tanto palestina como israelí, seguirán padeciendo las tercas decisiones de sus gobernantes y grupos de poder que no van a cesar hasta terminar esta guerra. Ha llegado el momento de que la comunidad internacional fije una postura clara y determinante para encontrar una salida a esta situación. Los gobiernos de Egipto y Qatar han intentado una tregua, sin embargo, sin el apoyo de actores internacionales de mayor peso, como Estados Unidos o la Unión Europea, no se logrará un necesario acuerdo entre las partes.

POR ADRIANA SARUR
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@ASARUR

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