CLARABOYA

El contexto palestino-israelí

En días recientes se desató un capítulo más en el añejo conflicto palestino-israelí, en el que decenas de personas han perdido la vida y cientos han resultado heridos y movilizados en la región

OPINIÓN

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Azul Etcheverry / Claraboya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En días recientes se desató un capítulo más en el añejo conflicto palestino-israelí, en el que decenas de personas han perdido la vida y cientos han resultado heridos y movilizados en la región. Si bien se trata de un enfrentamiento armando de disputa de territorios históricamente relevantes para los dos pueblos, vale la pena destacar cuáles son los factores que desencadenaron estos nuevos ataques y cuál es la prospectiva que podría considerarse de acuerdo con la coyuntura actual.

En principio, debemos considerar que el contexto temporal en el que se desarrolla, este 15 de mayo se conmemora la creación del Estado israelí, donde una serie de eventos nacionalistas judíos escalaron de choques fuertes entre palestinos y fuerzas israelíes en Jerusalén, a ataques aéreos y terrestres en sólo horas.

Dichos eventos nacionalistas celebran el avance israelí sobre el territorio oriental de Jerusalén en 1967, en el que ocuparon toda la ciudad. Tradicionalmente, jóvenes judíos atraviesan en estas fechas zonas mayoritariamente musulmanas celebrando, lo que palestinos consideran una clara provocación.

Lo anterior bien pudo haber ocasionado los primeros enfrentamientos en la ciudad vieja de la capital en el que más de 300 palestinos resultaron heridos y más de una veintena de policías israelíes corrieron con la misma suerte.

Por su parte, Hamas, que gobierna parte del territorio palestino, denunció la represión policiaca y reaccionó lanzando ataques con cohetes hacia Jerusalén, lo que desencadenó una inmediata e intensa respuesta israelí hacia objetivos militares en la franja de Gaza y otros cotos del partido, considerado como terrorista en Israel.

Otro factor importante que contribuyó al conflicto fue el inicio del Ramadán, celebrado por la mayoría de los palestinos, el cual se vio eclipsado por el excesivo control sobre el número de personas permitidas para reunirse, particularmente en la noche, lo que también se tradujo en enfrentamientos en Jerusalén, Haifa y Ramala.

Por último, el tercer gran factor fue el desalojo de familias palestinas que tuvieron que entregar sus propiedades a colonos judíos en un distrito de Jerusalén oriental de mayoría árabe. Estos asentamientos judíos en territorios palestinos han sido una de las principales causas de conflictos en las últimas décadas ya que la ley israelí permite a sus ciudadanos reclamar propiedades de antes de la década de los años cincuenta, si lo pueden comprobar.

Misma ley de la que palestinos no pueden beneficiarse sobre territorios israelíes perdidos durante la guerra. Se trata de una relación de fuerzas no equiparables.

Se deben idear elementos que permitan el apaciguamiento del conflicto armado actual. No obstante, el problema de fondo permanecerá mientras no se tenga la intención de ambas partes de desplegar una estrategia coherente que flexibilice posturas e incida en la preservación de estructuras culturales, sociales, religiosas y políticas de ambas partes.

POR AZUL ETCHEVERRY
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@AZULETCHEVERRY

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